Eta. La audiencia deja en libertad bajo fianza de 60.000 euros al abogado de etarras iñaki goyoaga

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha decidido dejar en libertad bajo fianza de 60.000 euros al abogado abertzale Iñaki Goyoaga, quien se encontraba en prisión preventiva desde junio de 2009 acusado de participar en un plan que pretendía la fuga de varios etarras de la cárcel de Huelva.
Los magistrados de la Sección Segunda de lo Penal, presididos por Fernando García Nicolás, subrayan en el auto hecho público hoy el tiempo transcurrido desde que se inició la investigación, más de 20 meses en los que Goyoaga ha permanecido en prisión.
Por esta razón, a pesar de valorar los indicios de criminalidad y la gravedad objetiva de la conducta del abogado, consideran que la imposición de una fianza es suficiente para conjurar el riesgo de que se fugue si queda en libertad.
Goyoaga aportó en su recurso argumentos como su “pleno arraigo personal, familiar y profesional” o que tiene “un despacho profesional abierto al público”.
FUGA DE ETARRAS
El letrado fue detenido en junio de 2009 en una operación en la que también fueron arrestados en diferentes cárceles de España tres etarras que supuestamente iban a participar en el plan de fuga.
Estos tres terroristas son Jorge García Sertutxa, que cumple condena en la cárcel de Huelva por intentar matar al Rey en Mallorca en 1995; Igor Solana Matarrán, antiguo miembro del "comando Andalucía", que se encuentra encarcelado en Picasent (Valencia), y Arkaitz Goikoetxea, miembro del desarticulado "comando Vizcaya", que se encuentra en la prisión Valdemoro (Madrid).
También fueron arrestados en la cárcel de Huelva la novia de un preso que había ido a realizar una comunicación con el recluso, además de Inge Urrutia, novia del etarra Asier Borrero.
Según las investigaciones, el plan de fuga, que fue activado sin éxito en al menos dos ocasiones, pretendía sacar de la cárcel de Huelva a García Sertutxa y Solana Matarrán.
Uno de los operativos ideados por la cúpula de la banda terrorista, en la que iban a participar dos comandos etarras, consistía en la fuga mediante un helicóptero secuestrado que aterrizaría en la cárcel de Huelva y huiría con los terroristas hasta Portugal, que dista escasos 50 kilómetros del centro penitenciario.