Ex presidente Rafsanyaní pierde un puesto clave en el régimen iraní

  • Teherán.- El ex presidente Ali Akbar Hasemi Rafsanyaní perdió hoy la presidencia de la Asamblea de Expertos, órgano clave del sistema teocrático iraní, ya que es el que elige al líder supremo, vigila su conducta y puede, incluso, llegar a exigir su dimisión.

Ex presidente Rafsanyaní pierde un puesto clave en el régimen iraní
Ex presidente Rafsanyaní pierde un puesto clave en el régimen iraní

Teherán.- El ex presidente Ali Akbar Hasemi Rafsanyaní perdió hoy la presidencia de la Asamblea de Expertos, órgano clave del sistema teocrático iraní, ya que es el que elige al líder supremo, vigila su conducta y puede, incluso, llegar a exigir su dimisión.

El cese del ex mandatario supone una victoria para sus rivales, en particular para el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, y también en cierta medida para el líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Alí Jameneí.

Durante la campaña electoral para las polémicas presidenciales de 2009, Ahmadineyad acusó de corrupción a Rafsanyaní, que se había alineado con los líderes opositores Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí.

Nada más conocerse los resultados, tanto el primer ministro como el ex presidente del Parlamento denunciaron un fraude masivo en favor de Ahmadienyad.

Ambos se encuentran en paradero desconocido desde hace un mes, aunque las autoridades insisten en que están retenidos e incomunicados en sus propias casas, versión que niegan sus propias familias.

La salida de Rafsanayaní, a quien sustituye el ayatolá Mohamad Reza Mahdavi Kanim, supone, además, un nuevo capítulo en el pulso que las diferentes corrientes conservadoras del régimen mantienen en la cúpula del poder.

El ex mandatario, que perdió las elecciones frente a Ahmadienyad en 2005, había advertido que no competiría por el puesto en caso de que Mahdavi Kani, de 80 años y ex primer ministro, se presentara para dirigir esta asamblea integrada por 86 miembros, en su mayoría clérigos y ancianos.

El ayatolá Rafsanyaní, que también preside la influyente Asamblea de Discernimiento, está considerado uno de los hombres más importantes de la Revolución Islámica iraní, y tiene en el país miles de seguidores.

Hombre cercano al inspirador de la sublevación y fundador de la República Islámica, el gran ayatolá Rujolá Jomeini, dirigió el gobierno a su muerte, entre 1989 y 1997, durante la denominada década de la reconstrucción.

Elegido hace cuatro años para dirigir la Asamblea de Expertos, en 2009 ya tuvo dificultades para retener el puesto frente a las presiones de los ultraconservadores, que le recriminan su apoyo a los líderes opositores.

El pasado 19 de febrero, un destacado diputado afín al brazo más conservador del régimen ya advirtió a Rafsanayaní que si quería conservar su puesto debía aclarar sus postura respecto a Musaví y Karrubí, a los que los ultraconservadores tildan de sediciosos.

"Rafsanyaní debe anunciar (claramente) su distanciamiento de esos líderes que intrigan", sugirió entonces el diputado por Teherán, Mohamad Reza Bahonar.

El ex presidente apoyó las protestas multitudinarias que estallaron en todo Irán tras conocerse la controvertida reelección de Ahmadineyad.

Las movilizaciones, que se repitieron durante meses, fueron reprimidas con violencia por las fuerzas de Seguridad, y en ellas decenas de personas perdieron la vida.

Además, miles de ciudadanos fueron detenidos, de los cuales, cerca de un centenar han sido juzgados y condenados a diferentes penas de cárcel, e incluso a la horca.

La oposición iraní retomó la calles a mediados de febrero pasado, tras meses amordazada, con una manifestación de apoyo a los alzamientos del norte de África que fue reprimida con violencia por las fuerzas de Seguridad.

Días después, decenas de diputados iraníes exigieron en la Cámara el procesamiento de los líderes opositores, a los que acusan de amenazar la seguridad del Estado, un delito que en Irán puede acarrear la pena capital.

Una semana más tarde, la hija de Rafsanyaní fue arrestada por unas horas durante una manifestación de la oposición.

Esta semana, otro de sus hijos, Mohsen Hachemi, renunció a su puesto como presidente del Metro de Teherán, después de meses de agria disputa sobre la gestión del suburbano con Ahmadineyad.

El tercero de sus hijos, Mehdi Hachemi, está en Londres, si poder regresar al país, ya que sobre él pende una orden de arresto por corrupción y apoyo a la oposición.

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