Excandidato Longueira pide no haya "noche de cuchillos largos" tras votación

Santiago de Chile, 15 dic.- El excandidato conservador Pablo Longuiera, quien se retiró hace cinco meses de la carrera presidencial por una severa depresión, pidió hoy que en la derecha no haya una "noche de los cuchillos largos, pase lo que pase" en la votación de este domingo.

"Cualquiera que sea el resultado, espero que tengamos un centroderecha sólido, porque es necesario para contribuir al desarrollo de Chile", dijo a los periodistas tras acudir a votar en la segunda vuelta de los comicios presidenciales.

Longueira reconoció que sería "un milagro" que la candidata de la derecha, Evelyn Matthei, saliera elegida en esta segunda vuelta, pues su contendiente, la expresidenta Michelle Bachelet, la aventajó en 22 puntos en la primera ronda, el pasado 17 de noviembre.

El exministro de Economía elogió el esfuerzo realizado por Matthei, de quien dijo que ha protagonizado una gran campaña electoral a pesar de que "recibió la posta en condiciones muy difíciles", en alusión al poco tiempo que ha tenido para preparar su candidatura.

Respecto a las críticas por la supuesta tibieza del apoyo del presidente Sebastián Piñera a la aspirante oficialista, Longueira dijo: "en general, creo que ha habido sintonía".

Tras emplazar a los chilenos a que acudan hoy a votar "para fortalecer la democracia", Longueira consideró que tras estos comicios "Van a emerger muchos precandidatos, tanto de la centro derecha como en la Concertación", la coalición de centroizquierda que gobernó el país entre 1990 y 2010.

Longueira reiteró que él no tiene pensado volver a la política, a la que ha estado dedicado durante 35 años, y destacó que "hay que abrir espacio a las nuevas generaciones".

Por su parte, el general en retiro Fernando Matthei, padre de la candidata oficialista y exmiembro de la junta de militar que encabezó Augusto Pinochet, también dijo hoy, al acudir a votar, que "sería un milagro" que su hija ganara.

El general jubilado manifestó a la prensa que en el referéndum de 1988 votó a favor de la continuidad de Pinochet en el poder "por lealtad, y no por motivos personales".