Exministra francesa carga contra Ayrault y contra "fuerzas económicas"

París, 4 jul.- Delphine Batho, la ministra francesa de Ecología destituida el martes tras criticar públicamente el recorte presupuestario a su departamento, cargó hoy contra el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, y contra "algunas fuerzas económicas".

Batho, en una conferencia de prensa, consideró que su destitución fulminante fue "un mensaje" a los otros ministros "para advertirles de que ha terminado la colegialidad" en el funcionamiento del Ejecutivo.

Afirmó que "en ningún caso (falló) a la solidaridad gubernamental" ni cometió un error al decir el martes por la mañana en una entrevista en la radio que el presupuesto de 2014 que se le asignaba era "malo" por considerar que así abría "un debate público necesario".

Se quejó de la actitud de Ayrault, que ha "decidido cambiar de método" y tomar decisiones sin una discusión colectiva de los miembros del gabinete, y también de que "hay resistencias al cambio que se concentran" en los temas de ecología.

Se refirió en concreto al presidente del grupo de equipamientos para explotaciones de hidrocarburos Vallourec, que según sus palabras había dicho que ella era un desastre por su posición contra el gas de esquisto y había "anunciado" hacía unas semanas que iba a ser marginada del Ejecutivo.

La exministra socialista, que confirmó que va a volver a su escaño de diputada, dijo considerarse "una lanzadora de alerta para la izquierda" y criticó "el giro de la austeridad" que a su juicio se ha dado a la política del Gobierno con los recortes en el presupuesto que se prepara para el próximo ejercicio.

Una austeridad que, según su análisis, favorece el ascenso de la extrema derecha.

Preguntada sobre si es Ayrault el que alienta el fortalecimiento de la extrema derecha, respondió que "es la falta de esperanza. Creo que la política de austeridad en Europa contribuye a hacer la cama a la extrema derecha".

Batho, conocida por su proximidad a la excandidata presidencial socialista Ségolène Royal -antigua pareja del jefe del Estado, François Hollande- señaló que la izquierda había ganado las elecciones en 2012 porque dio esperanza a las clases populares, y previno de que ahora "los franceses necesitan perspectivas de futuro".

La exministra señaló que la reacción de destituirla tomada por Ayrault le pareció "desproporcionada" porque otros habían hecho declaraciones críticas, pero "no recibieron el mismo tipo de reacción".

Consideró que su destitución no se puede reducir "a la sola cuestión" de que es mujer, pero constató que en el pasado "ha habido campañas de denigración contra otros ministros, en particular mujeres".