Explosión y desplome de dos edificios paraliza barrio neoyorquino de Harlem

  • La explosión por una fuga de gas, que provocó el derrumbe de dos edificios y dejó dos muertos, rompió el silencio hoy en el barrio neoyorquino de Harlem, a donde acudieron cientos de bomberos y policías, paralizando las actividades en la localidad, habitada en gran parte por latinoamericanos.

Ruth E. Hernández Beltrán

Nueva York, 12 mar.- La explosión por una fuga de gas, que provocó el derrumbe de dos edificios y dejó dos muertos, rompió el silencio hoy en el barrio neoyorquino de Harlem, a donde acudieron cientos de bomberos y policías, paralizando las actividades en la localidad, habitada en gran parte por latinoamericanos.

La confluencia de la calle 116 y con la Avenida Lexington, a pasos de Park Avenue, donde ocurrió la explosión, estaba repleta de afectados, así como de curiosos, que se arremolinaron detrás de las vallas de seguridad para observar el trabajo de policías y bomberos y comentar sobre lo ocurrido.

"Sonó como un trueno", "Creí que era una bomba", "Pensé que era el tren" fueron algunas de las reacciones de los residentes de esta comunidad, en su mayoría puertorriqueños y mexicanos, que estaban entre el tumulto de gente, algunos de ellos desalojados de sus hogares tras el accidente, que hasta el momento ha causado dos muertes, 22 heridos y doce desaparecidos.

"Estaba durmiendo, porque trabajo de noche, cuando me desperté con la explosión y escuché el grito de mi esposa. Cuando miro por la ventana vi el edificio caer y todo se llenó de humo. Entonces tomé mis cosas y salí a calle, donde ya estaba mi esposa. Tenemos un gran susto", dijo a Efe el mexicano Encarnación Mendoza.

"Todos salieron gritando y corriendo de mi edificio. También una chica con la cara cortada por los vidrios, que fue llevada por la policía" para atención médica, afirmó el inmigrante, que vive en el edificio contiguo a los desplomados y que al igual que centenares de personas tuvieron que dejar sus hogares y desconocen cuándo podrían retornar.

Desde las vallas se podía verse el humo sobre los edificios cercanos, que varias horas después del desplome todavía seguía saliendo de entre las ruinas de las estructuras, que albergaban apartamentos, una iglesia y una tienda de pianos.

"Había un olor a gas en la calle cuando salí en busca de mi coche. Me fui y me llamaron para contarme de lo ocurrido", dijo a Efe Norma Morales que no podía contener las lágrimas. "Estoy muy nerviosa", agregó.

A su alrededor la gente caminaba de un lado a otro, algunos intentando llegar a sus hogares ya que la policía prohibía el paso desde la calle 116 y Lexington hacia la zona donde se desplomaron los edificios.

Uno de los afectados con la explosión fue el dominicano Miguel Vizcaíno, quien conduce un vehículo que transporta pacientes a sus citas médicas y que esperaba por el cambio del semáforo justo frente a los edificios cuando ocurrió la explosión.

"Los escombros caían sobre el vehículo", recordó el conductor, quien tuvo que recibir atención medica en una unidad móvil.

"La tragedia se originó por una explosión de gas y sabemos que hemos perdido a dos personas y que hay heridos de diversa consideración y varias personas desaparecidas", indicó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa desde el lugar del siniestro.

La explosión tuvo lugar hacia las 09.30 hora local (13.30 GMT) en el corazón de Harlem, apenas quince minutos después de que un vecino de un edificio cercano llamara a la empresa ConEdison para alertar sobre un fuerte olor a gas en la zona.

En los dos edificios derrumbados vivían quince familias y pasadas las 15.00 horas (19.00 GMT) las autoridades seguían sin tener noticias de al menos una docena de personas, según fuentes policiales citadas en la web del diario New York Post.

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