Familia y amigos despiden con cariño a la escritora Ana María Moix

  • Con los acordes de la copla "La niña de la estación", cantada por Concha Piquer, ha comenzado este mediodía la ceremonia laica de despedida de la escritora Ana María Moix, fallecida el viernes en Barcelona a los 66 años, víctima de cáncer, quedando pequeño el oratorio del Tanatorio de les Corts.

Barcelona, 3 mar.- Con los acordes de la copla "La niña de la estación", cantada por Concha Piquer, ha comenzado este mediodía la ceremonia laica de despedida de la escritora Ana María Moix, fallecida el viernes en Barcelona a los 66 años, víctima de cáncer, quedando pequeño el oratorio del Tanatorio de les Corts.

En un funeral sobrio, ha pronunciado unas palabras en nombre de la familia uno de los hijos de su compañera Rosa, quien ha agradecido el "calor" que han recibido en estos días "difíciles" y ha rememorado que la canción de Piquer era habitual que la escucharan en un viejo Renault 5 de camino a la playa de Calafell (Tarragona).

Además, ha comentado que había dicho hace unos años que cuando muriera quería que el humorista Eugenio presidiera su despedida y que después se echaran sus cenizas al váter y se tirara la cadena.

Sin embargo, lo primero no se ha podido hacer porque Eugenio falleció en 2001 y lo otro no se hará. "Lo que quiero creer -ha proseguido- es que continúa sentada en el sofá de casa y desde allí nos está observando e irá interviniendo en las conversaciones que tengamos".

A la vez, ha subrayado que Moix se sentiría "muy orgullosa" de saber que había tanta gente que la quería, como ha quedado demostrado estos últimos días.

Los periodistas Maruja Torres y Juan Cruz han sido otras de las personas que han intervenido en el acto, ambos rememorando diferentes momentos pasados con la escritora, y aseverando Torres que Moix fue la persona que contribuyó a formarla, a la vez que le ayudó "a vivir y a sobrevivir".

Ha indicado que se conocían desde siempre y ha considerado a Moix una persona de fragilidad aparente, aunque de gran dureza interior, "adolescente permanente" y generosa.

Para Juan Cruz, con quien mantuvo una larga entrevista recientemente, ahora hay que leerla y "sentirla como un ser humano especial, sin egoísmo, humilde, frágil y buena". "Celebremos -ha concluido- que está en nuestra mejor memoria".

En otro momento de la ceremonia se ha leído un fragmento de su obra, "Julia y Walter ¿por qué te fuiste?" y un texto del segundo volumen de las memorias de su hermano Terenci, en el que la calificaba de "compañera" de su soledad y su "lazarillo y guía fiel".

El académico y amigo Pere Gimferrer ha recitado uno de sus poemas favoritos, de Gustavo Adolfo Bécquer, y el funeral, en el que se ha repartido un recordatorio con la frase "Y un solo de trompeta en la calle oscura al final del día", de su novela "Baladas del dulce Jim", ha terminado con una pieza de Franz Schubert.

Personalidades del ámbito de la política como el conseller de Cultura, Ferran Mascarell; el expresidente de la Generalitat José Montilla; el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Ciurana; o el primer secretario del PSC, Pere Navarro, han acudido hoy hasta el Tanatorio de les Corts, igual que sus muchos amigos del mundo social y cultural catalán.

Xavier Rubert de Ventós, Raimon, Marina Rossell, Frederic Amat, Romà Gubern, Clara Usón, Rosa Regàs, Beatriz de Moura, Narcís Comadira, Carme Riera, Teresa Gimpera, Jorge Herralde, Emili Rosales, Francesc de Carreras, Sergi Pàmies, Núria Amat, Daniel Vázquez Sallés, Rosa Vergés, Josep Maria Benet i Jornet, Marta Pessarrodona, Enric Majó o su amiga Elisenda Nadal han sido algunos de ellos.

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