Buenos Aires, 20 feb.- La presidenta argentina, Cristina Fernández, encabezará mañana un acto multitudinario en el cinturón de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, que no visita desde la campaña de las legislativas del pasado año y donde busca mantener la fidelidad de los poderosos alcaldes peronistas.
La presidenta, que acaba de cumplir 61 años, tenía previsto desplazarse hoy a la localidad de Florencio Varela, distrito dominado por el kirchnerismo, pero una alerta climatológica con amenaza de temporal de lluvias la ha obligado a cambiar de planes y a retrasar su presentación hasta mañana viernes.
Con este acto, Cristina Fernández pretende lanzar una señal de apoyo a los alcaldes que permanecen fieles a su proyecto tras el varapalo electoral del año pasado y las tensiones económicas que vive Argentina, tras la devaluación de enero y el salto de la inflación.
La convocatoria servirá, además, como una suerte de ensayo de la movilización que prepara el oficialismo para congregar a miles de personas en las proximidades del Congreso el próximo 1 de marzo, cuando la mandataria encabece la ceremonia oficial de apertura del nuevo curso legislativo, considerada tradicionalmente como de las intervenciones presidenciales más importantes del año.
La larga convalecencia de Fernández, su menor exposición pública y las recientes tensiones económicas configuran un escenario puertas adentro del oficialismo donde algunos alcaldes han comenzado a reclamar una conducción más contundente a la mandataria ante el temor de desplazamientos de poderosos "caciques" peronistas hacia la vereda opositora.
De hecho, estos temores ya tienen su primera validación, el pase del alcalde de la localidad bonaerense de Merlo, Raúl Othacehé, a las filas del Frente Renovador, que conduce el diputado Sergio Massa, exjefe de Gabinete de Fernández, hoy uno de los referentes de la oposición y con aspiraciones para las presidenciales de 2015.
El pasado lunes, el ministro de Planificación argentino, Julio de Vido, con casi una veintena de alcalde bonaerenses, a quienes ratificó los compromisos de inversión del Estado nacional en obra pública en sus distritos, justo en momentos donde muchos municipios y provincias se ven obligados a ajustarse el cinturón por sus problemas fiscales.
El último acto que había celebrado Fernández en la zona del conurbano bonaerense fue en la localidad de La Matanza el pasado 4 de octubre, en plena campaña para los comicios legislativos.
Pocos días después la mandataria fue operada para extraerle un coágulo craneal y estuvo casi cuarenta días en reposo, período durante el cual se celebraron las elecciones legislativas en las que el oficialismo resultó derrotado en los principales distritos del país.
Tras su regreso a la actividad, Fernández rebajó notablemente su ritmo de apariciones públicas, con un puñado de actos en la sede del Ejecutivo y uno, el pasado domingo, en la sureña provincia argentina de Santa Cruz, donde tiene su residencia particular de descanso.
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