Zaragoza, 11 dic.- El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha remarcado hoy que su gobierno y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a seguir trabajando por el final de ETA y por la detención de todos los terroristas, y ha dejado claro que no existirá un "santuario" para ellos en ningún país del mundo.
Así lo ha puesto de manifiesto el ministro en su intervención durante el acto de homenaje por el 25º aniversario del atentado de la banda terrorista ETA contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, en la que murieron once personas, cinco de ellas niñas, y que dejó más de 80 heridos.
El destino de la banda terrorista ETA tiene sólo un horizonte, su disolución incondicional y la entrega de sus armas y ese final se basa en tres pilares: "la aplicación implacable de la ley y del estado de derecho", "la defensa de la verdad frente a los intentos de tergiversar el lenguaje y manipular la historia" y "el permanente reconocimiento a las víctimas del terrorismo", ha dicho Fernández Díaz.
Ha insistido en que se van a perseguir, detener y poner a disposición judicial "a todos los etarras y a sus colaboradores, se encuentren donde se encuentren", y entre ellos ha destacado a Josu Ternera, persona que ordenó el atentado de la casa cuartel de Zaragoza.
"No debe existir ningún santuario terrorista en ningún país del mundo", ha añadido el ministro, quien ha recordado que también se vigilan "los contornos y los límites fijados por el Tribunal Constitucional que separan el comportamiento democrático de la colaboración terrorista".
Porque, ha continuado, "los terroristas de ETA no son políticos" y "quienes justifican sus crímenes y no los condenan, tampoco lo son".
A juicio del ministro, en estos 25 años "ha quedado demostrado que ETA defiende una ideología antidemocrática, totalitaria, liberticida, fanática y excluyente", que "encarna el mal y es el rostro personificado de la maldad" y el estado de derecho no puede admitir en su seno "a quienes se sirven de una ideología para amenazar, extorsionar y asesinar, ni a quienes les amparan, les justifican o guardan un silencio cómplice".
También ha considerado importante erradicar el "lenguaje mendaz y manipulador" de los terroristas y dejar claro dentro y fuera del país que "en España no ha habido ni conflicto ni presos políticos ni proceso de paz", sino "una banda terrorista de criminales que han sembrado la muerte y el dolor de manera indiscriminada".
Ha recordado que en los últimos meses se ha detenido y puesto a disposición de la justicia a 31 terroristas en diferentes ciudades europeas, lo que demuestra la colaboración que existe con los socios de la UE en la lucha contra el terrorismo.
Para concluir ha querido agradecer y reconocer a las víctimas "su coraje, su paciencia y su fe en las instituciones democráticas" y se ha comprometido a "proteger su dignidad, garantizar sus derechos y reparar su sufrimiento", sobre todo porque "mantener la memoria de las víctimas del terrorismo es la garantía de una auténtica convivencia en paz y en libertad, la única convivencia digna posible".
En el acto, el ministro ha estado acompañado por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quien ha dejado claro que "hay motivos para la esperanza" porque ETA "se encuentra cada vez más debilitada" aunque ha hecho hincapié en que "no por ello podemos ni debemos olvidar ni bajar la guardia", sobre todo porque "el principal instigador del brutal atentado no ha pagado sus cuentas con la justicia".
Ha apostado por el consenso y la firmeza para conseguir la derrota de la banda pero sin olvidar las barbaries cometidas. "Para avanzar en una sociedad comprometida con la libertad y con la paz resulta indispensable mirar hacia atrás y ver el largo y tortuoso camino recorrido", ha añadido Rudi en este sentido.
En el acto también han estado presentes representantes de otras instituciones aragonesas; la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza; así como víctimas de varios atentados terroristas y familiares de aquellos que fallecieron en el atentado del 11 de diciembre de 1987. EFE
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