FIDH denuncia el efecto devastador de la "política liberticida" tras el 11S

  • Los atentados del 11 de septiembre en EEUU han supuesto una profunda ruptura en el orden geopolítico mundial y también "el comienzo de una verdadera regresión en la esfera de derechos y libertades", denunció hoy la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) con ocasión de su décimo aniversario.

París, 2 sep.- Los atentados del 11 de septiembre en EEUU han supuesto una profunda ruptura en el orden geopolítico mundial y también "el comienzo de una verdadera regresión en la esfera de derechos y libertades", denunció hoy la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) con ocasión de su décimo aniversario.

La "política liberticida" impulsada en el mundo desde entonces ha tenido efectos "devastadores" y ha conducido al "progresivo abandono de los valores esenciales de la humanidad", resaltó la FIDH.

Tras aquel gran traumatismo, en aras de la lucha contra el terrorismo "numerosos países, inclusive democráticos", como EEUU y Reino Unido, adoptaron de inmediato leyes excepcionales que "resultaron ser particularmente liberticidas", resaltó.

Con ellas "legalizaron la posibilidad de detener por tiempo indeterminado a extranjeros, sin acusaciones precisas", sobre la base de una mera sospecha de participación en actividades terroristas o de supuestos vínculos con organizaciones terroristas, denunció.

"Muchos estados autoritarios aprobaron leyes de esta índole" con las que luego legitimaron la represión contra sus opositores, añadió la FIDH.

La lucha contra el terrorismo "sirvió asimismo de pretexto para justificar prácticas absolutamente prohibidas y condenadas, como la tortura, y evitar "todo marco legal" en los centros de detención de Guantánamo y Abu Ghraib, bajo control estadounidense, o en muchas otras cárceles secretas en otros países.

En algunos casos, agregó la FIDH, los propios gobiernos "recurrieron a asesinatos premeditados y extrajudiciales".

Agregó que, pese a la llegada al poder en EEUU de Barak Obama, que "produjo un cambio saludable del discurso político", la cárcel de Guantánamo no se ha cerrado y prosigue la guerra en Afganistán.

Además, "la alianza entre el movimiento Taliban y otras tendencias terroristas parece ganar terreno", consideró la federación.

Más allá del combate que libran EEUU y sus aliados contra la red terrorista Al Qaeda, otros estados "invocan la lucha contra el terrorismo para continuar impunemente sus acciones", como Rusia en el Norte del Cáucaso y China contra de las minorías del Tibet, de Xinjian o el pueblo uigur, resaltó.

Destacó, igualmente, que en el contexto de la lucha antiterrorista "muchas dictaduras recibieron apoyo, con frecuencia incondicional, de países occidentales, lo que les permitió mantenerse en el poder".

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