Figuras relacionadas con los JJOO de Barcelona dan plantón a Colau por la polémica con Samaranch

El pasado 4 de octubre, la alcadesa de Barcelona retiraba temporalmente del edificio consistorial la escultura alegórica de los Juegos de Olímpicos de 1992 que regaló a la ciudad Juan Antonio Samaranch para suprimir la leyenda que recuerda al fallecido presidente del Comité Olímpico Internacional (COI). Una polémica decisión que ya tiene sus consecuencias 

Este lunes 17 de octubre, se cumplirán 30 años desde que el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional informó al mundo de que Barcelona organizaría los Juegos Olímpicos de 1992. La alcadesa Colau tenía previsto convocar un almuerzo privado en el palacete de Albéniz con un grupo de personalidades que tuvieron un papel relevante en aquella designación. Sin embargo, el afán depurador de Colau, ha provocado que muchos de los invitados hayan declinados la invitación y el almuerzo ha sido cancelado, según informa La Vanguardia.

Según el diario catalán, la alcaldesa Colau había encargado a Enric Truñó, exconcejal socialista y miembro destacado del comité organizador de los Juegos de Barcelona, que organizara el almuerzo para el día 18. Pero, la agenda de la regidora, que viajará a Quito con Manuela Carmena para asistir a un encuentro de ciudades, obligó a trasladar este acto privado al día 20, jueves. En la mesa debían sentarse unas treinta personas, incluidas figuras importantes como el exalcalde Narcís Serra; el primer comisario del proyecto del 92, Roma Cuyàs; el consejero delegado del comité organizador de los Juegos, Josep Miquel Abad; el vicepresidente del comité, Josep Lluís Vilaseca, y el director general de Deportes de Barcelona’92, Manuel Fonseca. En un principio, los invitados estaban dispuestos a acudir pero tras conocer el escándalo hacia la escultura de Samaranch, empezaron a desertar y se decidió desconvocar el almuerzo.

La escultura en cuestión es una obra de Joan Mora que representa una bolsa de deporte con una antorcha y con las cinco anillas olímpicas grabadas en un lateral. Incluía una inscripción con el nombre de Samaranch que se borró para volver a colocar la escultura, por petición de la CUP que alegaba el pasado franquista de Samarach.