Forense cree que celador Olot mató a todas las víctimas con el mismo método

  • El forense que practicó las autopsias a las once víctimas del celador del geriátrico de Olot cree que el acusado, Joan Vila, no cambió de método para acabar con la vida de los ancianos, aunque no se haya podido probar por el estado de putrefacción de algunos de los cadáveres.

Girona, 5 jun.- El forense que practicó las autopsias a las once víctimas del celador del geriátrico de Olot cree que el acusado, Joan Vila, no cambió de método para acabar con la vida de los ancianos, aunque no se haya podido probar por el estado de putrefacción de algunos de los cadáveres.

Los forenses que han declarado esta tarde en el juicio que se celebra en la Audiencia e Girona han explicado que a parte de las tres ancianas que Vila confesó haber matado con lejía o desincrustante, otras cuatro de las 8 víctimas restantes cuyos cadáveres fueron exhumados "también presentaban zonas ennegrecidas compatibles con la ingesta de cáusticos".

"Creo que no cambió el 'modus operandi'", ha indicado el doctor Jordi Costa, que considera que Vila mataba con lo que tenía a mano y que habría sido insulina en dos casos y en el resto un cóctel de barbitúricos mezclado con lejía.

Una vez analizada la existencia o no de tóxicos y realizados los exámenes externos e internos de los cadáveres, en siete de las once víctimas los forenses ven la posibilidad que se les hubiera suministrado cáusticos, además del cóctel de psicofármacos con el que Vila dijo haber matado a sus víctimas.

En esta línea, el doctor Jordi Costa ha especificado a preguntas del letrado de la defensa, Carles Monguilod, que en estos casos la presencia de zonas ennegrecidas alrededor de la boca y en otras zonas de la parte superior del cuerpo se podía deber "tanto a la ingesta de cáusticos como al estado de putrefacción del cuerpo".

A preguntas del jurado, el doctor Narcís Bardalet ha asegurado que "no es frecuente" encontrar estas zonas ennegrecidas en cadáveres exhumados y ha mantenido que "lo que es más infrecuente es que las zonas ennegrecidas sean parcelarias".

Ha explicado que "la putrefacción empieza en el abdomen" y que "lo que lo hace más sospechoso es que en los cadáveres examinados se encuentre siempre en la zona peribucal, esófago y en todo el tracto digestivo".

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