Forenses creen que el asesino sabía descuartizar o ya lo había hecho antes

  • Los forenses que practicaron la autopsia a la mujer descuartizada por su expareja creen que Daniel Imandt, el belga acusado de cometer el crimen en Sant Pere Pescador (Girona) en 2010 y que se enfrenta a una petición fiscal de 22 años y 4 meses de cárcel, "o se informó de cómo hacerlo o no era la primera vez que lo hacía".

Girona, 13 may.- Los forenses que practicaron la autopsia a la mujer descuartizada por su expareja creen que Daniel Imandt, el belga acusado de cometer el crimen en Sant Pere Pescador (Girona) en 2010 y que se enfrenta a una petición fiscal de 22 años y 4 meses de cárcel, "o se informó de cómo hacerlo o no era la primera vez que lo hacía".

Los forenses que practicaron la autopsia a la víctima han explicado que la pericia con la que desmembró el cuerpo, con técnicas usadas por los forenses para hacer autopsias y desconocidas por la gente de la calle, les indujo a pensar "que se había informado a través de internet o de algún libro", o "a lo mejor no era la primera vez que lo hacía", ha dicho el doctor Narcís Bardalet durante el juicio, que se celebra en Girona.

Los doctores han detallado que la técnica que usó en la incisión torácico-abdominal para abrir el tronco y cómo desarticuló alguna de las extremidades, sin hacer muescas en los huesos, estaban muy bien hechas y eran propias de la medicina forense.

Según ellos, "los brazos los desmembró limpiamente por las articulaciones y con las piernas también lo intentó pero no le salió bien, y acabó usando una sierra y demás utensilios".

Los forenses han precisado que la víctima presentaba 89 heridas entre hematomas, cuchilladas y puñaladas, la mayoría hechas antes de morir pero también después de muerta.

Entre ellas tenía una puñalada en la parte superior del cráneo, otra que le entraba por una mejilla y le salía por detrás de la oreja y multitud de cortes y puñaladas en los brazos, porque la víctima intentaba protegerse del ataque, han subrayado.

Además, han incidido en que tenía cuatro heridas mortales, que le afectaron los pulmones y la pleura, pero no de forma inmediata, lo que significa que "tardó en morir", "sufrió mucho" y "murió desangrada", han dicho.

Por su parte, los peritos psicólogos que atendieron al acusado han asegurado que no padece ningún trastorno mental y que les hizo un discurso más centrado en quedar bien que en explicar lo sucedido.

Los psiquiatras forenses han añadido que el día que fue detenido el acusado no presentaba signos de drogadicción ni de embriaguez, y que no mostró remordimientos ni sentimiento de culpabilidad, sino más bien "pasotismo".

Además, el doctor Narcís Bardalet ha comentado la supuesta falta de memoria que presentaba el acusado respecto al acto de matar y descuartizar a la víctima, según aquél por los ansiolíticos y alcohol que ingirió, y ha subrayado que la ingesta de esas sustancias "no justifica la pérdida de memoria".

Respecto a este supuesto consumo de alcohol y medicamentos también se han manifestado los cuatro médicos que practicaron la autopsia, que han asegurado que "con la precisión que hizo el descuartizamiento no lo pudo hacer borracho".

El juicio sigue mañana con la presentación de las conclusiones y los informes de las partes.

Durante su declaración, el procesado aseguró ante el jurado popular que le juzga que no tenía intención de acabar con la vida de la víctima, que reaccionó violentamente después de que ella le atacase con un cuchillo y que, en todo caso, apenas recordaba los hechos por haber consumido alcohol y pastillas contra la ansiedad.

El belga ha achacó la supuesta agresividad de la fallecida, Sabrina Tverbouss, a los celos después de acabar la relación que mantuvieron durante dos años e iniciar él una con otra persona.

Mostrar comentarios