Vuelve el calvario del "voto rogado": así impacta en las elecciones

  • Ourense tiene un 25% de población emigrada y la mayoría se queda sin votar. 

    Los embrollos burocráticos y las papeletas que nunca llegan lo hacen un sistema ineficaz. 

Un total de 1.162 participantes en la consulta de IU apoyan el pacto con Podemos en C-LM y 96 lo rechazan
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EUROPA PRESS

Polémico desde su introducción, en 2011, el voto rogado- el sistema para que los españoles residentes en el exterior participen en las elecciones- no ha dejado desde entonces de recibir quejas.

El pasado 20-D, cerca de 40.000 españoles que solicitaron el voto por este sistema, no lo lograron o bien, éste no llegó a tiempo pese a haber cumplido con todos los trámites burocráticos. Todos los partidos coinciden en la necesidad de mejorar esta vía de votación, si bien, en la práctica no ha habido cambios. Tampoco se esperan para el 26-J.

Colectivos como Marea Granate han denunciado en numerosas ocasiones los problemas a los que se enfrenta este colectivo a la hora de ejercer el derecho a voto.

Un embrollado trámite burocrático que provoca que la participación de los españoles emigrados haya descendido de forma dramática: 27 puntos en apenas cinco años. De los 1.875.272 electores españoles que residen en el extranjero, apenas un 8% pidieron votar en diciembre. Quienes votaron —109.995— apenas suponen el 5,8% del censo en el extranjero.

Los datos son lo suficientemente relevantes como para deducir el impacto de esta abstención. Considerando las diferencias tan ajustadas entre partidos, una mayor participación alteraría sin duda el futuro escenario político. 

El voto rogado puede decantar escaños que bailen, como pasó el 20-D en Granada, donde este voto podría haber dado un escaño más al PSOE dada la ajustada victoria del PP, de apenas 743 votos.

Según la serie histórica, el voto de la población emigrada ha beneficiado al partido en el Gobierno. También según los registros electorales, se considera que una baja participación perjudica a los partidos de izquierda. 

Todos los partidos han asumido que el sistema es ineficaz, pero el cambio no se ha abordado en serio. En 2012, el Congreso admitió a trámite una proposición de ley para modificarlo, pero desde entonces el proceso permanece encallado y en una ampliación indefinida del plazo de presentación de enmiendas.25 por ciento del voto de Ourense

El problema se agrava especialmente para aquellas provincias que tienen una importante población emigrada. Es el caso de Ourense, donde los electores que residen en el extranjero superan el 25 por ciento, según un análisis de statista.com.

De las diez circunscripciones con más electores en el exterior de España, Galicia lidera la proporción sobre el total de votantes, con sus cuatro provincias ocupando los cuatro primeros puestos. A Ourense le sigue Lugo (con un 18,3%), Pontevedra (14,2%) y A Coruña (14,1%).

Otras circunscripciones también muy afectadas son Santa Cruz de Tenerife (11,8%) o Asturias (11,3%). En cuanto a españoles en el exterior, en términos totales, la mayoría proceden de Madrid (263.955) o Barcelona (159.323).Obligados a acudir a las embajadas y consulados

El plazo para que los españoles “rueguen” el voto permanecerá abierto hasta el próximo 28 de mayo: en este plazo, los españoles que deseen votar tendrán que ir al consulado o embajada correspondiente para inscribirse en el censo electoral. El trámite sólo puede ser presencial, lo que complica enormememente la inscripción. Hay españoles que viven a cientos de kilómetros de distancia del consulado más próximo o que, por motivos de trabajo, no pueden desplazarse en el tiempo establecido.

Esos plazos son, de hecho, tremendamente ajustados. Para revisar que la inscripción sea correcta se dispone de apenas una semana, del 9 al 16 de mayo, y se obliga de nuevo al interesado a acudir a la embajada o consulado para comprobar que su nombre figure en las listas. Sólo durante esos días es posible hacer las reclamaciones correspondientes. 

Tampoco ayuda el desconocimiento y la falta de información clara y precisa, denuncian desde las asociaciones. Todo ello contribuye a que votar se convierta en una auténtica carrera de obstáculos. 

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