Gani, el tecnócrata discreto que "entiende el lenguaje" de Occidente

  • Ashraf Gani Ahamdzai tiene un destacable pasado académico y profesional en Estados Unidos y Asia, lo cual, según se equipo, le permite "entender el lenguaje de la comunidad internacional", un activo clave si accede a la Presidencia afgana.

Kabul, 2 abr.- Ashraf Gani Ahamdzai tiene un destacable pasado académico y profesional en Estados Unidos y Asia, lo cual, según se equipo, le permite "entender el lenguaje de la comunidad internacional", un activo clave si accede a la Presidencia afgana.

Gani (Logar, 1949), es un tecnócrata con experiencia en el Banco Mundial que volvió a su país tras media vida alejado de él para subirse al carro de la transición afgana, llegada con la invasión liderada por EEUU y la caída de los talibanes.

Miembro de una destacada familia pastún, Gani formó parte del primer equipo de asesores del entonces desconocido Hamid Karzai, y fue aupado al Ministerio de Finanzas en el primer Ejecutivo de transición, desde el que afrontó el reto de reconstruir un país deshecho.

Tras las primeras elecciones presidenciales de 2004, este doctor en Antropología por la Universidad de Columbia abandonó temporalmente la primera línea política, se refugió discretamente en el ámbito académico y fue rector de la Universidad de Kabul.

Gani se presentó a las presidenciales de 2009, en las que cosechó solo un modesto cuarto lugar con cerca del 3 % de los votos, pero, según dicen desde su equipo, "ahora tiene todas las opciones de ganar y se siente mucho el apoyo popular por su candidatura".

Para lograr ese apoyo, los asesores de Gani han trabajado duro por romper su imagen excesivamente académica e intelectual y acercarlo al electorado con un frenético programa de viajes por todo el país a pesar de los evidentes riesgos de seguridad.

Con un programa muy centrado en la necesidad de luchar contra la corrupción rampante en todas las instancias de la Administración afgana, el exministro ha sido mucho menos claro en sus planes para pacificar el país y lograr un mínimo de consenso político.

Como el resto de candidaturas, la de Gani ha incluido en su equipo a figuras de otras etnias, aunque su elección ha sido una de las más controvertidas, al haber hecho tándem con Rashid Dostum, señor de la guerra uzbeko acusado de crímenes de guerra.

El candidato presidencial se ha excusado diciendo que la reconciliación debe incluir a todos los actores del conflicto que asuela Afganistán desde hace décadas, pero numerosos analistas ven en esa alianza la evidencia de que, como sus rivales, Gani debe buscar votos fuera del electorado pastún para optar a la victoria.

Aunque no tiene el apoyo del actual presidente, que parece decantarse más por otro de sus exministros, Zalmai Rasul, Gani se muestra como el más indicado para entenderse con una comunidad internacional todavía imprescindible para el futuro de Afganistán.

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