Garzón asumirá en campaña la esencia de Podemos ante la moderación de Iglesias

    • El candidato a las primarias por 'Ahora en Común' reivindicará a su plataforma como la izquierda auténtica.
    • Los de Iglesias insisten en la moderación para atraerse al electorado de centro.

Pablo Iglesias y Alberto Garzón, tras un encuentro este verano.
Pablo Iglesias y Alberto Garzón, tras un encuentro este verano.

Materializado el 'divorcio' para la confluencia con Iglesias, Alberto Garzón parece dispuesto a acortar los tiempos de duelo. El candidato de IU, que se presentará con victoria asegurada a las primarias de 'Ahora en Común' ha entrado de lleno en precampaña deslizando los planteamientos que defenderá de aquí a las generales. Una "izquierda que no sea ambigua" y que "defienda a la clase trabajadora y a la mayoría social", afirmó en estas últimas horas el diputado.

Esto implica, en la práctica, recolocar su candidatura en el espacio original de IU, mermado por la irrupción de Podemos. De hecho, la raíz programática de la organización es prácticamente idéntica a la que los de Iglesias plasmaban en su documento de presentación, el programa que les llevó a un éxito, incluso por ellos inesperado, en las pasadas europeas. En ese programa se incluían como propuestas destacadas-y luego blanco de polémicas-la "recuperación del control público en los sectores estratégicos de la economía"o una auditoría ciudadana de la deuda pública y privada "para delimitar qué partes pueden ser consideradas ilegítimas y declarar su impago", además de la consabida renta básica para todo ciudadano "por el mero hecho de serlo". Las mismas que llevan años defendiendo en IU y que ahora se asumirán con más fuerza para apelar al tradicional votante de la izquierda más escorada, descontento con el giro a la moderación de los de Iglesias.

Pese a que ambos siguen manteniendo una relación cercana-fraguada en círculos comunes desde tiempos antes de la aparición de Iglesias en la escena política- Garzón no disimula el malestar que le han generado los últimos golpes de 'autoridad' del líder morado. Primero, el haber desviado a IU el fiasco electoral del pasado 27-S- sorprendentemente para muchos, ninguno de ellos 'coincidió' en campaña-y segundo, el dar por cerradas "de forma unilateral" las conversaciones para un acuerdo de confluencia. El 'portazo' de Iglesias sigue sin entenderse en la federación de izquierdas, máxime cuando se había previsto un nuevo encuentro, para este mismo jueves.

Varios eran los escollos que separaban a ambas partes 'negociadoras'. De un lado, la fórmula jurídica con la que concurrir a los comicios (Podemos defendía que su marca y logo habrían de encabezar las papeletas, y que su nombre habría de preceder siempre a cualquier otro en la candidatura), de otro, como ahora se deja patente, las diferencias de programa. La insistencia de Garzón por recuperar la esencia de la izquierda-defendida entre otros por el exnúmero tres de Podemos, Juan Carlos Monedero-choca de facto con la estrategia de la moderación que defiende con mano de hierro el responsable de campaña de Iglesias, Íñigo Errejón."Podemos no es el enemigo"

El programa en el que se trabaja, y que tienen previsto presentar en unos días, incluirá entre otros la dación en pago, la garantía de servicios básicos o el derecho a decidir. Pero prescindirá de sus medidas estrella. Hace tiempo que en la formación de Iglesias se entiende que las nacionalizaciones deben ser un recurso de carácter 'excepcional' y que la renta básica puede traer más costes electorales que menos. El pago universal se reemplaza ahora por una renta mínima garantizada para hogares sin ingresos, o que no superen el umbral mínimo, medida que también defienden los socialistas.

Ocupar el espacio original del centro izquierda es el objetivo marcado para Podemos. Pero ello ha obligado a los de Iglesias a un ejercicio de indefinición afeado desde las bases y también por varios dirigentes. Garzón desea ser más explícito y no dejar espacio a especulaciones. Para él, Podemos es una mera "maquinaria electoral" y su programa menos "ambicioso" del que él reivindica.

Garzón ha defendido este jueves, no obstante, que Podemos "no es el enemigo", sino "las políticas de derechas que han recortado en sanidad, educación y pensiones". Sin embargo, a nadie escapa que ambos entran en liza para disputarse en la práctica una importante bolsa de electorado. El candidato se ha mostrado contrariado por el "complejo de 'la vida de Brian'" que existe en la izquierda española.

"Hay casi más organizaciones que militantes, eso que siempre ha existido se puede revertir", ha dicho, para matizar después en clara advertencia a los de Iglesias que "dos no colaboran si uno no quiere".

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