Gillard revalida su liderazgo al frente del partido gobernante de Australia

  • La primera ministra de Australia, Julia Gillard, revalidó hoy su liderazgo al frente del Partido Laborista en las elecciones internas celebradas a raíz de que se cuestionara si podrá llevar a su formación a la victoria en los próximos comicios legislativos.

Sídney (Australia), 21 mar - La primera ministra de Australia, Julia Gillard, revalidó hoy su liderazgo al frente del Partido Laborista en las elecciones internas celebradas a raíz de que se cuestionara si podrá llevar a su formación a la victoria en los próximos comicios legislativos.

La votación fue anunciada horas antes por la jefa del Ejecutivo para intentar así poner fin a las tensiones en el seno del partido gobernante y cuando las agrupaciones políticas se preparan para pugnar en las elecciones generales del próximo septiembre.

Gillard anunció de forma inesperada en el Parlamento federal que había convocado a los miembros de la ejecutiva de su partido a una votación interna para elegir a la presidencia y vicepresidencia.

La primera ministra pasó la prueba sin encontrar en su partido a un rival que pretendiera su puesto, pues el exprimer ministro Kevin Rudd indicó minutos antes de que empezara la reunión que no tenía previsto retar a Gillard.

Tras la reunión, el portavoz de los laboristas, Chris Hayes, dijo a los periodistas que al no existir rivales no se realizó la votación y que Gillard y su segundo, el Tesorero Wayne Swan, se mantienen sus actuales cargos.

La convocatoria se produjo después de que el destacado miembro del Partido Laborista, Simon Crean, pidiera publicamente renovar la cúpula de la formación y alentara a Rudd a hacerse con las riendas.

En 2010, Gillard desbancó a Rudd del cargo de líder del partido y de la jefatura del Ejecutivo a raíz de la revuelta que surgió en el seno de la formación.

"Algo se necesita hacer para romper con este punto muerto, para resolver este asunto de una vez por todas", dijo Crean a periodistas en Camberra, después de que el Ejecutivo fracasara en su intento para que se apruebe en el Parlamento una reforma a la prensa.

Cuando ya están a la vista los comicios generales del próximo 14 de septiembre, las encuestas apuntan que el partido gubernamental tiene un 48 por ciento de la intención de voto, mientras que a la coalición conservadora va un 52 por ciento.

Esta lucha por el liderazgo no es nueva, ya que en febrero de 2012 Gillard se impuso a Rudd en la votación interna celebrada por los laboristas para zanjar la crisis de entonces.

Gillard se convirtió el 24 de junio de 2010 en la primera mujer en dirigir el Ejecutivo australiano tras la renuncia al cargo de Rudd a causa de una repentina revuelta surgida por desacuerdos en el seno del Partido Laborista y a dos meses de los comicios generales.

Entonces, la popularidad de Rudd había caído en picado debido en gran parte a la campaña emprendida con él por la poderosa industria minera indignada por la decisión del gobierno de aumentar hasta el 40 por ciento el impuesto sobre el dividendo que genera el sector.

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