"He decidido cumplirle a mi pueblo y no buscar la aspiración que arde en mi corazón. Por eso, aunque quiero hacerlo con todo mi corazón, no voy a buscar la reelección", dijo el gobernador de 44 años, en un mensaje televisado.
"La antorcha es más importante que el corredor. Hay que continuar el curso de la recuperación", señaló el dirigente del oficialista Partido Popular Democrático (PPD).
García Padilla se encuentra enfrascado en intentar solucionar la prolongada crisis económica y fiscal que tienen al estado libre asociado de Estados Unidos a punto de la insolvencia para atender los asuntos más perentorios.
Puerto Rico tiene una deuda de unos 72.000 millones de dólares tras una década de recesión que ha promovido un verdadero éxodo de ciudadanos de la isla de 3,5 millones de habitantes hacia Estados Unidos continental, hundiendo aún más la economía local.
Mientras negocia con los acreedores y gestiona ante el Congreso de Estados Unidos una posible salida a la crisis, García Padilla ha dicho que la deuda es "impagable" y que el gobierno ya no tiene dinero.
La decisión de García Padilla responde también a la presión de un sector del PPD para que diera paso a otro candidato para las elecciones del 8 de noviembre de 2016.
"Las actitudes mezquinas no nos pueden distraer. A pesar de esto, Puerto Rico no puede cambiar de rumbo. Uno no cambia de avión cuando encuentra mal tiempo en el camino", dijo el mandatario en un intento de cerrar el paso al anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), principal de oposición.
García Padilla venció en las elecciones de noviembre de 2012 a Luis Fortuño (PNP), quien buscaba la reelección.
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