Gobernador mexicano cree que ataque a fiscal buscaba afectar modelo policial

  • El ataque lanzado el viernes contra el fiscal del estado mexicano de Morelos, en el que murieron tres de sus escoltas, al parecer intentaba desacreditar un nuevo modelo de policía unificada en la región, según el gobernador Graco Ramírez.

México, 11 feb.- El ataque lanzado el viernes contra el fiscal del estado mexicano de Morelos, en el que murieron tres de sus escoltas, al parecer intentaba desacreditar un nuevo modelo de policía unificada en la región, según el gobernador Graco Ramírez.

"Lo que hubieran querido es que no tuviéramos procurador ni secretaria de seguridad pública y que empezáramos de cero", señaló hoy en rueda de prensa.

La madrugada del 8 de febrero policías de Morelos trataron de cerrar el paso al fiscal Rodrigo Dorantes Salgado, en la ciudad de Cuernavaca, lo que generó un enfrentamiento entre escoltas del alto funcionario y los agentes.

Tres de los primeros murieron y diez agentes están detenidos por los hechos, que investiga la fiscalía.

El mandatario estatal evitó ser categórico respecto al ataque para no condicionar las pesquisas, pero explicó que el suceso fue "anormal" en cuanto al uso de la fuerza de los agentes, que aparentemente rompieron los protocolos de seguridad de la policía del estado.

"No está en la lógica de nuestra conducta, de nuestro manejo policial", un uso de la fuerza tan extremo, señaló Ramírez.

"El objetivo era el procurador", dijo Ramírez, quien señaló que el reto de la investigación es dilucidar quiénes "deliberadamente provocaron esta acción" y "la ordenaron".

Recordó que la infiltración de dependencias policiales por parte del crimen organizado no es nueva en Morelos y que el 6 de febrero su Gobierno logró un acuerdo para instituir el mando policial único en Morelos, "un modelo inédito" que "apenas está naciendo", para mejorar la seguridad en el estado.

Este plan pretende depurar las dependencias policiales y contar con más agentes fiables, sobre todo en los municipios, algo que podría intentar desacreditar el crimen organizado con acciones como la del viernes.

"Es una advertencia clara: el modelo no le gusta a la delincuencia, no le gusta, porque le quita las reglas de juego que tiene hoy controlada en los municipios" y "ya no van a poder actuar con toda impunidad", afirmó Ramírez.

Para el gobernador, es probable que, "pensando mal", alguien quizás pretendiera dejar en Cuernavaca "un procurador muerto y una secretaria de Seguridad Pública (Alicia Vázquez Luna, que rescató al fiscal) que tiene que dejar" su cargo "porque es un hecho muy fuerte".

"Salimos adelante, afortunadamente, está vivo el procurador, y seguimos trabajando", agregó Ramírez, quien también consideró que el ataque y todo lo que ha suscitado podría ser "parte de una campaña, de una psicosis" para atemorizar a la gente del estado.

Ramírez, quien asumió el poder el pasado 1 de octubre, descartó que Morelos sea hoy más violento que hace unos meses y pidió a la ciudadanía que confíe en él porque la otra opción es rendirse y entregarle "la plaza a los delincuentes para que sean los que manden".

"No nos lo vamos a hacer. El gobernador no va a bajar la guardia", sentenció el político del izquierdista del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Morelos, un estado vecino al Distrito Federal, es frecuente escenario de las acciones de grupos del crimen organizado, por lo que hay constantes retenes en las vías montados por las fuerzas de seguridad.

En agosto pasado, en el mismo estado, dos funcionarios de la embajada de EE.UU. en México resultaron heridos cuando su vehículo fue atacado a tiros por agentes de la Policía Federal que realizaban un operativo en la zona, según la versión oficial.

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