Gobernador republicano de Wisconsin salva el puesto tras repeler destitución

  • El gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker, sobrevivió el martes un voto para su destitución tras una dura contienda que polarizó al estado, en una decidida victoria para los conservadores enfrentados con los demócratas y sindicatos por la contención del gasto fiscal y los derechos laborales.

María Peña

Washington, 5 jun.- El gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker, sobrevivió el martes un voto para su destitución tras una dura contienda que polarizó al estado, en una decidida victoria para los conservadores enfrentados con los demócratas y sindicatos por la contención del gasto fiscal y los derechos laborales.

Walker, de 44 años, venció a su rival demócrata, el alcalde de Milwaukee, Tom Barrett, con 55 % del voto frente al 44 %, cuando ya se había escrutado la mayoría de los sufragios.

De esta forma, Walker, cuyo mandato vence en 2014, se convirtió en el tercer gobernador de la historia de EE.UU. en afrontar un voto de destitución y apenas el primero en vencer en las urnas.

"Es hora de continuar hacia adelante en Wisconsin", dijo Walker al agradecer el voto de confianza ante una multitud.

Walker reiteró su compromiso con la pequeña empresa y la creación de empleos, y aseguró que la votación reflejó el deseo de los electores de tener líderes que "toman decisiones difíciles".

Aunque la jornada estuvo marcada por primarias republicanas en cinco estados, la votación en Wisconsin fue, sin duda, la que cobró mayor protagonismo debido al simbolismo de la contienda de 15 meses.

Walker, considerado un "héroe" entre los conservadores por sus medidas de austeridad y por privar a la mayoría de los sindicatos de empleados públicos de sus derechos colectivos, logró mantener su puesto frente a Barrett, que ya en 2010 había disputado la gobernación. En esa ocasión, Walker ganó la gobernación con más del 52 % del voto.

Según analistas, esta votación podría servir de termómetro de cara a los comicios de noviembre, cuando el presidente Barack Obama intente ganar en el estado como lo hizo en 2008.

Además, enviaría un mensaje inequívoco a otros Gobiernos estatales que, como Wisconsin, afrontan graves problemas presupuestarios para los cuales los conservadores recetan recortes en salarios, pensiones y otros beneficios para los trabajadores.

Walker se convirtió en una figura polarizante cuando, el 11 de marzo de 2011, promulgó una ley que eliminó los derechos de negociación colectiva de los empleados públicos en Wisconsin, como parte de sus esfuerzos por cerrar un déficit presupuestario de 3.600 millones de dólares.

La ley, denunciada ante los tribunales, eliminó el derecho de los empleados públicos a negociar colectivamente sus condiciones laborales, excepto las salariales, y redujo las contribuciones estatales a su pensión y seguro médico.

La medida sacó a las calles a miles de empleados públicos, maestros, estudiantes y ciudadanos en una protesta pacífica que inspiró al movimiento "Ocupa Wall Street".

Aunque los sindicatos sumaron fuerzas para movilizar a los votantes, al final no pudieron con la ventaja de dinero, organización y capacidad de movilización de los republicanos de todo el país, según observadores.

Se calcula que la contienda en Wisconsin generó gastos por poco más de 63 millones de dólares por ambas campañas, la mayoría de parte de aliados de Walker fuera del estado. Fue, sobre todo, una demostración de fuerza que comenzó con la recolección de más de 900.000 firmas por parte de grupos demócratas en contra del gobernador.

La maquinaria demócrata nacional había apostado por una victoria de Barrett para enviar una señal de que los votantes en Wisconsin rechazaban las políticas de Walker, y por ende de los republicanos, para resolver los problemas económicos del país.

Para los republicanos, la victoria de Walker insufla esperanzas de que el virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, pueda ganarle a Obama en Wisconsin en los comicios presidenciales del próximo 6 de noviembre.

Según encuestas preliminares, los votantes que acudieron a las urnas en Wisconsin fueron, en general, más conservadores que los que participaron en los comicios de 2008, aunque el estado sigue inclinándose por los demócratas.

Walker logró permanecer en el puesto debido en parte a que los votantes le dieron el beneficio de la duda por considerar que la ley que promulgó en 2011 no era razón suficiente para su destitución, indicaron observadores.

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