Gobierno de Piñera da señales de unidad en aniversario de triunfo electoral

Santiago de Chile, 18 ene.- El gobierno chileno y sus partidarios emitieron hoy señales de unidad, después de las discrepancias surgidas en materia política y tributaria en las filas oficialistas y tras cumplirse ayer el segundo aniversario del triunfo electoral que llevó a Sebastián Piñera a la Moneda.

Durante esa celebración, en un sobrio acto, Piñera pidió unidad a Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), integrantes de la oficialista "Alianza por Chile", subrayando que es necesaria para avanzar en las tareas pendientes.

Unas tareas que deben responder al descontento social, reflejado en una aprobación que, en diferentes encuestas, ronda el 30 % promedio y en un rechazo que supera el 60 %.

La falta de respuestas a las demandas estudiantiles y sociales, a la necesidad de reformas políticas y al aumento de la delincuencia, que Piñera prometió eliminar en su campaña electoral, explica la coyuntura que afronta el primer gobierno derechista llegado al poder mediante el voto desde 1958.

En ese contexto, las señales de unidad marcaron el aniversario del triunfo electoral de Piñera, que el 17 de enero de 2010, con un 51,61 % de los votos, ganó en segunda vuelta al expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, candidato de la Concertación de centroizquierda que había gobernado desde 1990, que obtuvo el 48,38 %.

También hubo autocrítica: "La verdad es que nos ha costado gobernar", dijo hoy el senador de la UDI Hernán Larraín, en declaraciones a radio Cooperativa, en las que atribuyó el problema "a una falta de diálogo, no a una falta de ideas o proyectos".

"La coordinación política entre el Gobierno, sus partidos y sus parlamentarios nos ha costado mucho más de lo que hubiéramos pensado", precisó Larraín, que hace unos días criticaba al Gobierno porque "toma decisiones sin consultar a sus partidos y después les pide que defiendan sus decisiones".

El también senador y presidente de RN, Carlos Larraín dio por "totalmente superados" los conflictos entre ambos partidos.

"Con la UDI no hay ninguna pelea, somos verdaderos siameses hoy día y ese es un gran factor para el éxito del Gobierno", aseveró.

Los desacuerdos entre ambas formaciones llevaron hace unos días a Piñera a instarlas a "ser capaces de crear un clima de acuerdos" y reprochar a "quienes piensan que, o se hace exactamente lo que quieren o no se hace nada".

Piñera se manifestó proclive a una reforma tributaria que permita financiar mejor el gasto en Educación, Salud o Vivienda y mientras en su partido (RN) hay opiniones a favor y en contra, la UDI sólo pretende un "perfeccionamiento" del sistema, sin aumentar los impuestos a las empresas.

Más fuerte fue el pulso en el caso de la reforma del sistema electoral, algo que Piñera analizó con sus antecesores Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.

La UDI, a través del senador Jovino Novoa, respondió que "no habrá reforma" del sistema electoral, mientras varios parlamentarios de RN se alinearon con la oposición para impulsarla.

Debido al equilibrio de fuerzas existente en el Parlamento y el quórum que requiere la aprobación de ciertas leyes, los acuerdos son esenciales para las reformas.

Desde hace décadas, los historiadores han señalado que la derecha chilena "tiene dos almas", los "pelucones" (conservadores) y los "pipiolos" (liberales), algo que, según algunos analistas, dificulta la tarea al Gobierno, más aún cuando el presidente es un liberal de credenciales democráticas, que fue opositor a la dictadura de Augusto Pinochet.

Para el analista Patricio Navia, "siempre los presidentes sufren bloqueos, vetos y oposiciones de miembros de la coalición gobernante".

"Los buenos presidentes son aquellos que, encontrando obstáculos en el camino negocian, lideran y maniobran para llevar sus agendas reformistas a buen puerto", sostuvo, en un artículo publicado en el diario La Tercera.

Para el diputado Osvaldo Andrade, presidente del Partido Socialista, los problemas se deben a que el Ejecutivo "hoy no tiene capacidad de tener iniciativa, porque ya abandonó su agenda", después de que la ciudadanía "aplastó sus aspiraciones originales".

La esposa de Piñera, Cecilia Morel, respaldó en la celebración de la Moneda el llamamiento a la unidad y contó que en la Antártida, el pasado fin de semana, le preguntó al presidente uruguayo, José Mujica, cómo lograba ponerse de acuerdo el Frente Amplio, integrado por 27 agrupaciones.

"Me dijo que se encerraban a negociar hasta que salía humo blanco", dijo Morel en el acto, al que faltaron varios ministros, por problemas de agenda. Este miércoles no hubo, como habían anunciado algunas fuentes, un homenaje de todo el gabinete a Piñera.