Bissau, 22 may.- La junta militar que detenta el poder en Guinea Bissau anunció hoy que los militares volverán pronto a los cuarteles, tras el golpe de Estado del pasado 12 de abril, una vez se forme el Gobierno civil de transición.
"Estamos preparados para devolver el poder a los civiles, pues tenemos un presidente de transición, un primer ministro de transición y ahora sólo queda pendiente la formación de un Gobierno", afirmó el portavoz de la junta, teniente coronel Daba Na Walna, en una rueda de prensa en Bissau.
"Nada más anunciarse la formación del Gobierno, volveremos a los cuarteles", agregó Na Walna.
Según ha podido saber Efe, se espera en las próximas horas la formación del Gobierno de transición por parte del primer ministro, Rui Duarte Barros, nombrado la semana pasada por el presidente interino, Manuel Serifo Nhamadjo.
Por otra parte, el portavoz de la junta dijo que, tanto el exprimer ministro Carlos Gomes Junior como el expresidente Raimundo Pereira, que fueron detenidos durante el golpe y ahora se encuentran fuera de Guinea Bissau, pueden regresar a su país.
Sin embargo, el teniente coronel dejó claro que corresponde a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y al Gobierno de transición garantizar la seguridad de ambas personalidades.
Además, el portavoz criticó al ministro luso de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, por vincular recientemente el golpe de Estado con el trafico de drogas en la excolonia portuguesa.
"Si la droga se trafica en Guinea Bissau, la misma se consume en Portugal", afirmó el teniente coronel, al negar cualquier implicación de los militares en las actividades de los narcotraficantes en su país.
Según Na Walna, Gomes Junior no hizo nada, cuando estaba en el poder, para acabar con el narcotráfico.
Los golpes de Estado en la excolonia portuguesa han sido una constante en los últimos años y reflejan la inestabilidad política que vive el país africano.
El pasado mes de abril un grupo de militares de Guinea Bissau -uno de los países más pobres del mundo- llevó a cabo un golpe cuando esa nación se encontraba en pleno proceso para celebrar la segunda ronda de sus comicios presidenciales.
El levantamiento militar fue condenado, entre otros, por EEUU, la Unión Africana (UA), la CEDEAO, la Unión Europea, Portugal y el Consejo de Seguridad de la ONU.
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