Hallan unos restos humanos en Kenia que apuntan a la primera guerra de la Historia

    • Investigadores de la Universidad de Cambridge aseguran haber encontrado los restos de la primera guerra de la Historia, en Kenia, según han publicado en la revista Nature.
    • Entre los 27 individuos, algunos presentas graves traumatismos en cráneo, piernas y costillas. Otros presentan rasgos de haber sido atacados con flechas o lanzas. Hay restos de obsidina.
Imagen de uno de los restos óseos encontrados en la excavación de Nataruk
Imagen de uno de los restos óseos encontrados en la excavación de Nataruk

Un estudio publicado en Nature apunta a que se ha descubierto el primer acto de guerra organizado de la Historia, hace 10.000 años. Se han hallado restos pertenecientes a 27 personas cerca de un lago en Nataruk, Kenia. Muchos de ellos muestran rasgos de haber muerto violentamente, como traumatismos, lesiones y fracturas varias. Los cuerpos no fueron enterrados, algunos parecen haber estado atados y hay restos de puntas de flecha o lanza.

Un grupo de investigadores del Centro Leverhulme de Estudios Evolutivos Humanos de la Universidad de Cambridge han asegurado este miércoles en Nature haber encontrado los restos de la primera masacre de la Historia. Han hallado restos parciales de 27 individuos: ocho varones, ocho mujeres, cinco de sexo indeterminado, seis niños y un adolescente. El hallazgo retrasa varios miles de años la fecha de la primera matanza histórica.

Los restos han sido hallados en Nataruk, a 30 kilómetros del lago Turkana, en Kenia. Sólo doce cuerpos están relativamente completos y diez de ellos presentan traumatismos en el cráneo, manos, rodillas y costillas, así como lesiones en el cuello y fragmentos de proyectiles de obsidiana en el cráneo y tórax de dos individuos. Varios de ellos fueron encontrados boca abajo y sin indicios de haber sido enterrados. A su vez, la investigación apunta que al menos cuatro individuos podrían haber estado maniatados debido a su posición.

Los huesos se encontraban en estado de fosilización, algunos conservados entre los sedimentos de un lago que existió en la zona. El descubrimiento tuvo lugar en 2012, fecha en la que dieron comienzo las excavaciones. Tras utilizar la técnica del carbono-14 y otros métodos de datación se determinó que el suceso tuvo lugar hace entre 9.500 y 10.500 años, en lo que corresponde al edad del Holoceno, período posterior a la Edad de Hielo. El territorio debió ser una zona fértil, por su proximidad al lago, por lo que se especula que la posibilidad de fácil acceso al agua potable, la pesca y buenas zonas de cultivo pudo ser el móvil de la masacre.

"La matanza de Nataruk pudo ser el resultado de un intento de apoderarse de los recursos (territorio, mujeres, niños, alimentos almacenados) cuyo valor puede equipararse al de la producción de alimento en las sociedades agrícolas posteriores y entre las que los ataques violentos formaban parte de la vida. Esto ampliaría la historia de las mismas condiciones socioeconómicas subyacentes que caracterizan a otros ejemplos de la guerra primitiva: una vida más asentada y materialmente más rica. Por otra parte, Nataruk podría ser simplemente la evidencia de una respuesta antagónica estándar para un encuentro entre dos grupos sociales en ese tiempo", asegura Marta Mirazón Lahr, coordinadora del estudio.

"Las muertes de Nataruk dan testimonio de la antigüedad que tienen la violencia entre grupos y la guerra. Estos restos humanos muestran la matanza intencionada de un pequeño grupo de recolectores que no fueron enterrados, y proporciona una evidencia única de que la guerra formaba parte del repertorio de las relaciones inter grupales entre los cazadores recolectores prehistóricos", ha comentado Mirazón. Es el primer acto premeditado de guerra de la Historia.

Han sido encontrados artefactos, provenientes de restos de flechas o lanzas, en dos de los cuerpos desenterrados. El material que los componía era obsidiana, una roca de origen volcánico que "es rara de encontrar en otros yacimientos de la Edad de Piedra en esta zona del lago Turkana, lo que sugiere que los dos grupos se enfrentaron en Nataruk vivían en lugares diferentes", asegura Mirazón.

De hecho, uno de los individuos poseía un fragmento de obsidiana incrustado en el cráneo, que no perforó. Falleció debido al impacto de otro objeto. "El hombre parece haber sido golpeado en la cabeza por lo menos por dos proyectiles, y en las rodillas por un objeto contundente, cayendo boca abajo en el agua poco profunda de la laguna", ha aclarado Mirazón. Cinco de los cadáveres presentan heridas producidas por flechas y otros cinco fuertes contusiones, posiblemente hechas con objetos contundentes como palos, unos más largos y otros más cortos.

También han sido hallados restos de un feto, de entre seis y nueve meses, en el abdomen de una mujer. Se estima que la posición del cuerpo femenino responde a que estuvo atada de pies y manos. A su vez, tiene ambas rodillas rotas. Los niños, que fueron encontrados cerca de las mujeres exclusivamente, tenían menos de seis años. Los dientes de otro cuerpo indican que era un adolescente de entre 12 y 15 años de edad.

"No me cabe duda que está en nuestra biología ser agresivos y letales, del mismo modo que lo está ser profundamente cariñosos y amorosos. Mucho de lo que entendemos acerca de la biología evolutiva humana sugiere que son dos caras de la misma moneda", asegura Roberto Foley, coautor de la investigación, en la que han participado 22 investigadores de distintos ámbitos.

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