Hernández asume como presidente de Honduras y anuncia mano dura contra crimen

  • El abogado Juan Orlando Hernández asumió hoy la Presidencia de Honduras advirtiendo que aplicará mano dura contra la violencia y el narcotráfico, para lo que invitó a EE.UU. a brindar más ayuda al combate de esos flagelos que afectan a la región centroamericana.

Tegucigalpa, 27 ene.- El abogado Juan Orlando Hernández asumió hoy la Presidencia de Honduras advirtiendo que aplicará mano dura contra la violencia y el narcotráfico, para lo que invitó a EE.UU. a brindar más ayuda al combate de esos flagelos que afectan a la región centroamericana.

Hernández recordó que "la mayor parte de la droga se produce en el sur y se consume en el norte" del continente americano, y que "sin un sur productor y un norte fuertemente consumidor, el volumen de droga que pasa por Honduras sería apenas una pequeña parte de lo que está pasando hoy".

"Personalmente tengo claro, muy claro, que cualquier política que establezca Honduras para combatir la inseguridad debe tener como eje fundamental el combate a la droga, el narcotráfico, el crimen organizado, el lavado de activos y en consecuencia cero tolerancia, así como lo escuchan, cero tolerancia y punto", enfatizó.

Agregó que en el tema del narcotráfico existe una "doble moral", porque mientras los centroamericanos ponen "los muertos" y pelean "con escasos recursos", para Norteamérica es "sólo un tema de salud para su pueblo" y que "eso no es justo".

Por Honduras transita al menos el 80 % de la cocaína que llega a México desde Suramérica con destino a EE.UU., según informes estadounidenses.

Hernández sustituyó en el poder a su correligionario Porfirio Lobo, del conservador Partido Nacional, a quien le agradeció porque supo llevar el país a una transición política tras la crisis derivada por el derrocamiento, en junio de 2009, del entonces presidente Manuel Zelaya, quien ahora es diputado opositor.

A la investidura de Hernández asistieron los presidentes de Colombia, Costa Rica, Kosovo, Panamá, República Dominicana y Taiwán, y el príncipe de Asturias.

También le acompañaron altos funcionarios de varios países de América, Europa, Asia y África, y representantes de diversos organismos internacionales.

Su primer acto como presidente de Honduras fue ordenar a la Policía Militar, creada en agosto pasado, y la Policía Nacional, salir "de inmediato" a las calles a combatir la delincuencia y el crimen.

En el campo social, el nuevo mandatario dijo que su Gobierno se propone generar 100.000 empleos durante sus cuatro años de mandato, es decir 25.000 puestos de trabajo por año y atenderá varios programas en favor de unas 800.000 familias que figuran entre las más pobres del país, que tiene 8,5 millones de habitantes.

Hernández agradeció a la comunidad internacional el apoyo a su país en "la reconstrucción y el reencuentro de la sociedad hondureña" tras la crisis de 2009 por el derrocamiento a Zelaya, quien ahora también es jefe de bancada en el Parlamento del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre).

Aunque en las últimas semanas el ahora presidente afirmó que algunos dirigentes de Libre están apoyando al crimen en Honduras, este lunes invitó al diálogo a los siete partidos representados en el Legislativo, integrado por 128 diputados.

"He convocado a los principales actores de la vida nacional a un pacto por Honduras (...), extiendo formalmente esta invitación a todos los partidos políticos que están representados en el Congreso Nacional a sentarnos a dialogar por Honduras", subrayó.

Mientras se celebraba la ceremonia de investidura en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, con capacidad para 30.000 espectadores, pero que no lució lleno, centenares de activistas de Libre, encabezados por Zelaya, protestaban contra el nuevo presidente, al que tildaron de "dictador" y "golpista".

Los manifestantes de Libre no pudieron acercarse al Estadio Nacional porque se los impidió un riguroso cordón de seguridad.

Concluida la ceremonia de investidura, Hernández se trasladó a la Casa Presidencial, donde se reunió con el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y después ofreció un almuerzo a sus invitados que llegaron del exterior.

Más tarde el presidente juramentó a trece de los funcionarios de su gabinete, de los que varios integraron la Administración de Lobo.

Hernández, un abogado y empresario de 45 años, es el noveno presidente de Honduras que asume de manera consecutiva el poder tras el retorno del país centroamericano a la democracia, en 1980, después de casi dos décadas de regímenes castrenses.

Su mandato concluirá el 27 de enero de 2018.

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