'Hijos de... S.A.': La industria de los enchufados políticos en América Latina

Nacieron y crecieron en el seno de familias donde la política era y es el pan de cada día. Hijos de padres con fuerte liderazgo político, muchos han seguido sus pasos, o buscan hacerlo en países convulsionados desde el punto de vista institucional.

El 'enchufe' es una práctica que se aplica en todos los órdenes y ámbitos. La política, claro, no es la excepción. Varios descendientes de líderes latinoamericanos comparten algo más que tener un padre o madre destacado en la primera escena de sus respectivos países. Han comenzado o transitan una carrera -en algunos casos- meteórica, que los ha llevado incluso a las puertas de convertirse en primeros mandatarios de su nación. Otros sueñan con lo mismo.

Cada caso, no obstante, tiene sus particularidades, pero nadie podrá negar que esta generación de jóvenes se ha aprovechado de las posibilidades que les permite acreditar un apellido 'fuerte', sumado los vínculos o conexiones de sus ancestros para que sigan sus pasos. Estos son algunos de los casos más representativos:Nicolás Maduro Guerra, hijo de Nicolás Maduro (Venezuela)

Tiene 26 años y es hijo del presidente venezolano Nicolás Maduro. Su carrera en la función pública ha sido estratosférica. Desde joven se enroló en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Desde hace tres años, cuando su padre asumió la presidencia del país, fue designado jefe del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia. Su afán es seguir los pasos de su padre y gobernar en algún momento la república bolivariana.Máximo Kirchner, hijo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (Argentina)

Es el hijo mayor del fallecido Néstor Kirchner y Cristina Fernández, ambos expresidentes de la Argentina. Siempre participó de la 'mesa de confianza' en las decisiones de sus padres cuando éstos gestionaban los destinos de la Argentina, en el interior de la Casa Rosada de Buenos Aires o de la Quinta Residencial de Olivos. En la actualidad es diputado nacional por la provincia de Santa Cruz y líder del movimiento político juvenil 'La Cámpora'. Su labor como legislador evidencia un pobre desempeño. Según los registros oficiales de presencias en el Congreso argentino hasta el 27 de abril, faltó a las sesiones en varias oportunidades, y asistió sólo a dos. Ocupa el segundo puesto de los diputados que más han faltado a las reuniones parlamentarias en 2016.Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori (Perú)

Uno de los casos más nítidos para hacer valer un apellido fuerte en el escenario político. Estuvo a un paso de convertirse en la primera presidenta mujer del Perú. Keiko dice que carga con la herencia y pesada mochila de su padre, quien fue jefe de Gobierno de ese país entre 1990 y 2000. Alberto Fujimori derrotó a Sendero Luminoso y a la hiperinflación, pero fue preso y condenado a 25 años de cárcel como autor intelectual de dos matanzas con 25 víctimas, por graves hechos de corrupción y violación de los derechos humanos. Sin embargo, nadie puede negar que su hija mayor ha aprovechado el apellido que muestra su DNI para hacerse un hueco en la esfera política hace ya varios años.Álvaro Vázquez, hijo de Tabaré Vázquez (Uruguay)

Álvaro es el hijo mayor de Tabaré y tiene 50 años. Ha decidido seguir los pasos de su padre. Estudió Medicina, pero hace dos años se metió de lleno en la política al postularse como candidato a diputado por el Partido Demócrata Cristiano. Javier es su hermano y tiene un año menos que él. Cuando se desató el escándalo de los Papeles de Panamá, su nombre estuvo en el ojo de la tormenta. Habría creado dos sociedades anónimas en el estudio panameño Mossack & Fonseca (MF) especializado en desviar fondos a diversos paraísos fiscales en el mundo.Luciana Temer, hija de Michel Temer (Brasil)

Tiene 47 años y es la hija mayor del presidente interino de Brasil. En la actualidad ejerce como profesora de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica de San Pablo, pero además ostenta un cargo público como funcionaria de uno de los municipios más poblados de América Latina. Estuvo afiliada al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). En la alcaldía de San Pablo se desempeña como secretaria de Asistencia y Desarrollo Social.Sebastián Dávalos Bachelet, hijo de Michelle Bachelet (Chile)

Es el hijo mayor de la presidenta de Chile y su ahora ex marido, Jorge Dávalos. Trabajó directamente en política de la mano de su madre, al ocupar un puesto estratégico en la Dirección de Relaciones Económicas del Ministerio de Asuntos Exteriores. Sin embargo, renunció al cargo ya que fue acusado de tráfico de influencias para conseguir un crédito millonario.Eva Liz Morales, hija de Evo Morales (Bolivia)

En un caso similar al de Máximo Kirchner en Argentina, Eva Liz, de 23 años, es una de las grandes referentes de la agrupación 'Generación Evo', integrada por jóvenes que apoyan la política de su padre, el presidente de Bolivia. Muchas voces insisten en que continuará la gestión de su padre y se postulará a presidenta del país, ya que el intento de referéndum para la reelección del líder cocalero no prosperó.Mariela y Alejandro Castro, hijos de Raúl Castro (Cuba)

Mariela tiene 53 años. Es diputada de la Asamblea Nacional cubana desde 2013 y directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (Cenesex), un organismo público en la isla, obviamente. Se la reconoce además como una destacada activista por los derechos de los homosexuales. Su hermano Alejandro, de 51 años, sería el "heredero" político natural de Raúl y Fidel Castro, según aseguran muchos. Ocupa el cargo de mayor peso en el estratégico Ministerio del Interior de la isla.Martín Santos, hijo de Juan Manuel Santos (Colombia)

Actualmente es director ejecutivo de la Fundación 'Buen Gobierno', una plataforma desde la cual se incentivó la reelección de su padre, en 2014. Es abogado y llegó a ser asesor en el Consejo de Seguridad en Naciones Unidas. Su carrera sorprende, porque también le gusta el periodismo y llegó a colaborar con The Huffington Post. Tiene 27 años.Rosario Murillo, mujer de Daniel Ortega (Nicaragua)

En este caso no se trata de un hijo, pero sí de alguien absolutamente cercano a un presidente, por lo que también vale el ejemplo. Y más, por haber alcanzado uno de los puestos de mayor responsabilidad para un país. Rosario Murillo, la primera dama de Nicaragua, se colocó a finales de julio pasado constitucionalmente en la línea de sucesión del poder en este país, al ser nombrada por su esposo, el presidente Daniel Ortega, como su compañera de fórmula en el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), de cara a las elecciones generales de noviembre próximo. Podría, de este modo, alcanzar la vicepresidencia.