Hilary Benn, el laborista que pidió ir a la guerra y puso en pie a la Cámara británica

    • En su discurso memorable de apenas 15 minutos emocionó a sus contrincantes y muchos analistas lo ven como futuro líder de la oposición y con cualidades de primer ministro.
    • Con 62 años, hijo de un histórico dirigente de izquierdas, ha encendido el ánimo de todo un país, incluso el conservador 'Daily Telegraph' se ha rendido a sus pies.
Hilary Benn
Hilary Benn

Tras más de diez horas de apasionado debate, el Parlamento británico decidió ayer, de forma mayoritaria, respaldar los bombardeos a los enclaves del Estado Islámico en Siria.

El resultado -397 votos a favor y 223 en contra- evidenció la fractura de la sociedad británica, que mayoritariamente se opone a los ataques y que ha salido a la calle para demostrar su oposición. Pese a todo, los parlamentarios tomaron la decisión que consideraron correcta, independientemente de las consignas de sus partidos que dieron libertad de voto, y, una vez más, Westminster se mostró como una Cámara legendaria.

La decisión era trascendental y el Parlamento estaba abarrotado. Los parlamentarios permanecieron en el hemiciclo durante horas escuchando a sus adversarios e intentanto convencer a los indecisos y, de hecho, algún parlamentario laborista cambió a última hora de opinión.

Pocos fueron los conservadores que dijeron no con su voto al primer ministro británico David Cameron, que sí contó con el respaldo de más de medio centenar de laboristas.

Cameron, que apostó por un discurso en el que apeló a la responsabilidad, al patriotismo y la necesidad de no depender de otras naciones, asumió el papel de protagonista en el debate. Sin embargo, hubo otro claro protagonista -inesperado- que logró emocionar a los parlamentarios, incluidos a sus adversarios.

Para muchos, ayer nació una estrella, un político con cualidadades para liderar el Partido Laborista y con dotes de primer ministro. Se trata de Hilary Benn, portavoz de Relaciones Exteriores de los laboristas, que votó en contra de las consignas de su partido y votó a favor de los bombardeos. Sus argumentos, su exposición, emocionó y los medios se hicieron eco de su brillante intervención e incluso reprodujeron integro el discurso.

Durante apenas 15 minutos, Benn, de 62 años e hijo de un histórico líder de izquierdas, comparó al Estado Islámico con Franco y defendió contundentemente los bombardeos.

Benn se desmarcó de Jeremy Corbyn, el líder laborista, y apeló al internacionalismo de la izquierda. El Estado Islámico "nos desprecia. Desprecia nuestros valores, desprecia nuestra fe en la tolerancia y la decencia. Desprecia nuestra democracia, con cuyos medios vamos a tomar una decisión esta noche", dijo.

"Y lo que sabemos de los fascistas es que hay que derrotarlos y es por esa razón, como hemos oído esta noche, que los socialistas y los sindicalistas formaron parte de las Brigadas Internacionales que en los años 1930 lucharon contra (Francisco) Franco", dijo alzando el tono apasionadamente. "Por eso toda la Cámara se alzó contra Hitler y Mussolini. Por eso nuestro partido siempre se alzó contra la violación de los derechos humanos y a favor de la justicia y es por eso que ahora tenemos que enfrentarnos a este mal", sentenció Benn.

Su discurso, que fue el penúltimo de más de diez horas de debate, fue recibido con elogios por sus rivales. Philip Hammond, ministro de Exteriores del Gobierno de Cameron, aseguró que fue uno de "los discursos de los más grandes" de la historia del Parlamento.

Mientras, según destaca AFP, algunos diputados laboristas no podían ocultar la emoción, como Jim Dowd y Liz Kendall.

Los medios no se olvidaron de su discurso. Muchos lo incluyeron en sus páginas web. El Daily Telegraph, un diario británico conservador, aseguró que "no es que Hilary Benn pareciera el líder de la oposición, parecía el primer ministro".

"Fue la noche en la que el ratón rugió... un hombre que hasta ahora había demostrado la pasión de un gerente de banco dio el discurso de su vida", señaló Patrick Kidd, columnista político de The Times, destacando que Corbyn sólo se limitó a fruncir el ceño.

La irrupción de Benn puede suponer un antes y un después en el Partido Laborista, cuyos parlamentarios no están tan satisfechos con Corbyn como la militancia de su partido, que le avaló mayoritariamente en las primarias.

De hecho, que Benn acabara siendo líder laborista se pagaba a 25 libras por cada una apostada hace sólo dos semanas: este jueves a sólo 3, reveló la casa de apuestas Ladbrokes.

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