Hizbulá niega su implicación en los ataques contra diplomáticos israelíes

  • El secretario general del partido chií libanés Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, negó hoy que el grupo esté implicado en los ataques contra personal y miembros de las embajadas israelíes en India, Georgia y Tailandia ocurridos esta semana.

Beirut, 16 feb.- El secretario general del partido chií libanés Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, negó hoy que el grupo esté implicado en los ataques contra personal y miembros de las embajadas israelíes en India, Georgia y Tailandia ocurridos esta semana.

"Nosotros, Hizbulá, no estamos involucrados en esos ataques", subrayó Nasralá en alusión a las acusaciones de Israel a Irán y el citado grupo chií.

En una videoconferencia, el jeque argumentó que "la sangre de Imad Mugniyeh (combatiente libanés que durante la década de los pasados ochenta colaboró estrechamente con el brazo armado del grupo) aún no se ha secado y nunca se secará, pero Hizbulá no va a matar ni a gente ordinaria ni a diplomáticos".

A este respecto, Nasralá volvió a advertir que la Resistencia Islámica, brazo armado de Hizbulá, se vengará "con dignidad" de ese asesinato, perpetrado en 2008 y del que responsabiliza a los servicios secretos israelíes Mosad.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó el pasado lunes a Irán y a Hizbulá de un atentado perpetrado es día en Nueva Delhi contra objetivos de su país y del fallido intento de ataque en Tiflis, así como de otras tentativas en los últimos meses.

Un día después, agentes tailandeses detuvieron a dos ciudadanos iraníes en Bangkok cuando estaban en posesión de explosivos, pero el Gobierno de Teherán se desvinculó de ellos, al tiempo que negó cualquier relación con los ataques en India y Georgia.

Durante su alocución, vinculada a la celebración del "Día de los Mártires de la Resistencia", Nasralá advirtió, una vez más, que Hizbulá posee armas que muchos desconocen "para proteger al Líbano y darle una sorpresa a Israel en caso de que vuelva atacar el país".

Asimismo, denunció que Israel desea la caída del régimen que dirige el presidente sirio, Bachar el Asad, para poder así "cambiar las reglas de juego en la región".

Para Nasralá, tras el derrocamiento del presidente egipcio Hosni Mubarak y la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, "los israelíes tienen miedo y están perturbados por lo que está pasando en la zona".

En su opinión, el estado hebreo ve "una oportunidad en que haya caos en el mundo árabe".

"¿Debemos darle esa oportunidad o buscar una solución política para que pierda esa opción?", se preguntó Nasralá, en alusión a una salida diplomática a la crisis siria.

Nasralá recordó, además, que "el régimen sirio se opuso al proyecto norteamericano-sionista y nunca traicionó los movimientos de resistencia en el Líbano y en Irak".

"EEUU no quieren una solución, si no destruir los países árabes", agregó, al tiempo que instó a los árabes a estar muy atentados "porque detrás de cada incidente y del caos hay que buscar a Israel".

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