El hombre, de 54 años, se roció con gasolina y se prendió fuego en la Marienplatz, una plaza situada frente al Ayuntamiento de la ciudad. Los transeúntes alertaron a los servicios de emergencias, pero cuando llegaron, el hombre presentaba quemaduras de gravedad y falleció poco después en una clínica de Múnich.
De momento, las causas del incidente no han sido aclaradas, pero según ha explicado la Policía, el hombre llegó a la plaza en su coche, un vehículo en el que con un rotulador escribió diferentes pintadas. Una de ellas indicaba: "Nunca más debe originarse la guerra desde suelo alemán".
Otra rezaba: "Amri es solo la punta del iceberg", en referencia a Anis Amri, el terrorista tunecino que en diciembre embistió a una multitud en un mercado navideño de Berlín y mató a doce personas. Pocos días después, Amri murió en Sesto San Giovanni, cerca de Milán, en un control rutinario cuando apuntó a los agentes con un arma. El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico.
Sobre Amri, a quien las fuerzas de seguridad vigilaban al considerar que podría resultar peligroso, pesaba una orden de expulsión de Alemania que nunca llegó a ejecutarse.
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