Ibargüen, Caballero, Silva y Murer, figuras latinoamericanas en Pekín

  • La colombiana Caterine Ibargüen, la brasileña Fabiana Murer y las cubanas Denia Caballero y Yarisley Silva, cuatro mujeres, brillaron con luz propia en el Mundial de atletismo de Pekín, que se cerró este domingo y donde fueron las principales figuras de la representación latinoamericana.

Tres de ellas se colgaron la medalla de oro, Ibargüen (14,90 metros) en el triple salto por segunda vez en su carrera después de Moscú-2013, Caballero (69,28 metros) en el lanzamiento de disco y Silva (4,90) en el salto con garrocha, una prueba donde Murer (4,85), en cabeza hasta los instantes finales, se conformó con la plata pese a su gran actuación.

"Me da una gran alegría hacer feliz a mi país. Amo el triple salto", declaró Ibargüen al término de su prueba, tras conseguir su 29ª victoria consecutiva, manteniéndose invicta desde su plata olímpica en 2012.

Hubo un medallista latinoamericano más en Pekín-2015, el cubano Pedro Pablo Pichardo, plata, pero con un sabor amargo, tanto por la distancia alcanzada, un decepcionante 17,73 metros, como por el hecho de llegar como gran favorito al título y terminar perdiendo el pulso ante su gran rival, el estadounidense Christian Taylor, que consiguió un estratosférico 18,21 metros, segunda mejor marca de la historia.

"La plata sabe buena. Es una medalla buena e importante. No estoy satisfecho con la marca, pero estoy contento con la medalla", se consoló Pichardo, con gesto muy serio y visiblemente decepcionado con su actuación mundialista, de la que esperaba mucho más.

Pese a no conseguir medalla, otros participantes latinoamericanos brillaron con luz propia en el Mundial.

Fue el caso sin duda del panameño Alonso Edward, que seis años después de su plata en el Mundial de Berlín-2009 quedó cuarto en la final de 200 metros, una de las pruebas estelares del evento, donde Usain Bolt (19.55) revalidó su reinado ganando su pulso al estadounidense Justin Gatlin.

Edward, tras años de lesiones y problemas, demostró su regreso a la primera línea y rozó el bronce, quedando únicamente a dos milésimas de segundo (19.861 contra 19.863) del hombre que terminó tercero, el sudafricano Anaso Jobodwana.

El dominicano Luguelín Santos, plata olímpica en 2012 y bronce mundial en 2013, también acabó cuarto, en su caso en unos 400 metros que dominó el sudafricano Wayde Van Nieker (43.46) y donde Santos terminó en 44.11, batiendo su récord nacional de la vuelta de pista.

En el disco, en la prueba donde ganó el oro Denia Caballero, otra cubana, Yaimé Pérez, acabó cuarta y vio escaparse el tercer puesto en el último suspiro.

En la marcha, Brasil brilló con sextos puestos en los 20 kilómetros gracias a Caio Bonfim y Erica de Souza, mientras que el colombiano Eider Arévalo fue séptimo en los 20 kilómetros y presentó sus credenciales para los Juegos de Rio-2016.

El ecuatoriano Andrés Chocho fue otro de los que destacó en este Mundial. Acabó octavo con récord sudamericano en los 50 kilómetros marcha (3h46:00), apenas seis días después de haber sido descalificado en los 20 kilómetros a falta de cuatro, cuando peleaba por las medallas.

Otros grandes nombres del atletismo latinoamericano tuvieron menos fortuna y su paso por Pekín fue menos positivo.

El guatemalteco Erick Barrondo, plata olímpica de 20 kilómetros marcha, fue descalificado en los 50 kilómetros cuando estaba en el grupo que peleaba por las medallas. Ya había sido descalificado en los 20 kilómetros del Mundial de Moscú y en los recientes Juegos Panamericanos de Toronto.

En los 400 metros vallas, el puertorriqueño Javier Culson, que parecía uno de los candidatos a medalla, quedó incluso eliminado en las semifinales.

Tampoco pudo entrar a la final una joven promesa, el garrochista brasileño Thiago Braz, cuarto en el Mundial bajo techo del pasado año y que quedó eliminado por sorpresa en la ronda clasificatoria.

dr/jt

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