Ignacio del Valle desciende a los infiernos en "Caminando sobre las aguas"

Ana Mendoza.

Madrid, 18 feb.- La política y sus consecuencias, la historia, el cine, la belleza y la identidad son temas que desde siempre han interesado a Ignacio del Valle y que retoma ahora en su libro "Caminando sobre las aguas", un conjunto de relatos con los que este escritor demuestra que no teme descender a los infiernos.

Conocido sobre todo por su faceta de novelista, que ya le ha hecho merecedor de varios premios, Del Valle (Oviedo, 1971) empezó en realidad como cuentista. Estuvo diez años presentándose a todos los concursos de cuentos y ganó varios de ellos, como él mismo recordaba hoy en una entrevista con Efe con motivo de la publicación de este libro por Páginas de Espuma.

Entre ese material, seleccionó los textos que tenían "algo en común, un aire de familia" para reunirlos en "Caminando sobre las aguas", su primer libro de relatos, en el que queda patente la pasión que siente su autor por Florencia y en el que todos los cuentos "están escritos en una frontera, que puede ser moral, histórica o emocional", señala Del Valle.

"Florencia es un 'leitmotiv' del libro", y el aliento florentino late en varios relatos, entre ellos en el que da título a la obra, situado en la época de Lorenzo de Médicis.

En Florencia, explica el escritor, confluyen dos cuestiones: "La búsqueda apasionada de las cosas proporcionadas y hermosas, y, por otra parte, la búsqueda de saber quién eres, el conocimiento acerca de la identidad".

Escritos con un lenguaje directo, audaz y visceral a veces, los relatos recrean temas tan diferentes como la violencia política en una dictadura, la búsqueda de la gloria y la ambición a costa de todo, el final de una relación amorosa o el final de una época. "Hay cuentos en los que el misterio y lo cotidiano están como en esas desembocaduras donde el agua dulce y la salada se mezclan", afirma.

Algunos relatos son estremecedores por la realidad que evocan, como sucede con "Jaques", en el que una mujer cuenta las salvajes torturas a las que fue sometida en una dictadura que podría estar situada en cualquier parte del mundo, pero que recuerda a las de Chile o Argentina.

"Me interesan mucho las consecuencias de la política, de las ideologías. Y en ese cuento la visión política del mundo que tienen algunos acaba con una mujer torturada por una picana y con su hermana muerta", comenta el autor, que también plantea en ese relato "el olvido" que se extiende sobre los períodos crueles de la historia de un país.

Ese olvido es "una constante en todas las transiciones políticas: tienes que pactar con el diablo, porque, si no, el diablo no te va a permitir llegar a una normalidad democrática o te lo va a poner muy difícil. Luego llegará el momento de juzgarlos", asegura Ignacio del Valle.

La búsqueda de la gloria y la ambición a toda costa presiden el primer relato del libro, "Círculos", de especial dureza también y con un francotirador entre sus protagonistas.

Ese primer cuento es el germen de "Busca mi rostro", su última novela, en la que trataba el tema de los francotiradores. El relato se desarrolla en una guerra, pero podría suceder en cualquier parte porque "la ambición forma parte de la condición humana".

"Estamos hechos de plata y estamos hechos de mierda. Todos somos sublimes y mezquinos", añade el escritor asturiano.

En la política abunda la ambición desmedida y por eso le gusta la Florencia de los siglos XV y XVI.

En aquella época, igual que ahora, "había una lucha crudelísima por el poder, por controlar las situaciones y por imponer una visión del mundo. Y había, como ahora, una corrupción increíble. No ha cambiado nada", subraya.

"Lorenzo de Médicis confundía la hacienda del Estado con la suya propia, como hacen muchos políticos actuales. Eso ha pasado toda la vida".

El relato que da título al libro refleja el final de una época, "como lo es también ahora. En veinte o treinta años veremos un remozamiento general de los mecanismos políticos y de la ética. Y que sea así, porque, si no, el peligro de que vuelva una dictadura es muy grande", sostiene Del Valle.

De todos modos, no cree que esa regeneración, si se produce, dure mucho tiempo.

"Después volveremos a caer en los mismo, porque la historia está formada de ciclos", concluye.