Inés del Río, la etarra del sanguinario comando Madrid

  • La etarra Inés del Río, cuya excarcelación ha ordenado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tras tumbar la 'doctrina Parot', fue condenada a más de 3.000 años de prisión por 23 asesinatos cometidos la mayoría de ellos como integrante del sanguinario 'comando Madrid' que actuó en la capital en los años 80.

Madrid, 21 oct.- La etarra Inés del Río, cuya excarcelación ha ordenado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos tras tumbar la 'doctrina Parot', fue condenada a más de 3.000 años de prisión por 23 asesinatos cometidos la mayoría de ellos como integrante del sanguinario 'comando Madrid' que actuó en la capital en los años 80.

La terrorista se encargó de 1984 a 1986 de la infraestructura del comando que perpetró atentados como el de la Plaza de la República Dominicana, en el que fallecieron 12 guardias civiles.

Del Río, de 55 años, auxiliar administrativa de profesión, se encuentra encarcelada desde julio de 1987, cuando fue detenida meses después de la desarticulación del 'comando Madrid', que se ocultaba en una vivienda de la calle de Río Ulla, en el madrileño barrio de Pueblo Nuevo.

En los últimos años, Inés del Río ha cumplido condena en el centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña) por delitos de atentados, asesinatos, estragos, tenencia de explosivos, falsificación de documentos y falsificación de DNI, entre otros delitos.

En 2012, cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos atendió su recurso contra la 'doctrina Parot', se encontraba en primer grado y de aplicársele dicha doctrina hubiera cumplido su condena el 27 de junio de 2017.

Inés del Río, nacida en Tafalla (Navarra) el 2 de septiembre de 1958, fue condenada a más de 3.000 años de cárcel, de los cuales 2.232 correspondieron a la ayuda que prestó al 'comando Madrid', liderado por Ignacio de Juana Chaos.

Entre los atentados cometidos por Inés del Río Prada destaca el de la Plaza de la República Dominicana en Madrid, el 14 de julio de 1986, en el que Del Río se encargó de trasladar una furgoneta cargada de explosivos y metralla.

Con un mando a distancia, accionó el detonador al paso de un microbús de la Guardia Civil, en el que viajaban 73 agentes, seguido por un Land-Rover también del Instituto Armado.

La detonación de la furgoneta provocó la muerte de 12 agentes de la Guardia Civil y lesiones de diferente consideración a otros 43, así como a 17 civiles.

Tres meses antes, el 25 de abril de 1986, Del Río participó en un atentado en la calle Juan Bravo de Madrid y también con un mando a distancia, explosionó un vehículo al paso de un Land-Rover de la Guardia Civil, que provocó la muerte de cinco guardias civiles y en el que resultaron heridos de gravedad otros cinco agentes, así como siete civiles.

El 17 de julio de ese año, el comando Madrid asesinó en la capital española al teniente coronel Carlos Besteiro Pérez, al comandante Ricardo Sainz de Ynestrillas y al soldado conductor Francisco Carillas Martín.

Un año antes, el 12 de junio de 1985, Del Río y otros miembros de la banda terrorista asesinaron a tiros al coronel auditor del Ejército Vicente Romero González Calatayud y a su conductor. Instantes después abandonaron el lugar del atentado no sin antes abandonar el vehículo con varios kilos de explosivos en un aparcamiento subterráneo ubicado en la Avenida de Felipe II de Madrid.

Mientras que los Tedax realizaban su trabajo, el vehículo hizo explosión y provocó la muerte del agente de la Policía Nacional Esteban del Amo García, mientras que otros cuatro miembros del equipo de desactivación resultaron heridos.

En septiembre de 1986, Idoia López Riaño, Soares Gamboa e Inés del Río abandonaron el comando. Esteban Esteban Nieto e Inmaculada Noble pasaron al grupo operativo y Cristina Arrizabalaga y María Teresa Rojo se incorporaron para labores de información.

El 16 de enero de 1987 la Policía detuvo a los seis miembros del "comando Madrid" en la calle Río Ulla. Fue el mayor golpe policial asestado a ETA en la capital de España en toda su historia.

En mayo de 1987, Del Río se entrevistó con otro etarra para organizar y montar la infraestructura del "comando Andalucía", con sede en Sevilla.

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