Interior refuerza la seguridad del comercio con un plan para reducir delitos

  • Casi dos millones de personas trabajan en el comercio, que aporta el 12 por ciento del producto interior bruto (PIB) y que tiene en el turismo que visita España 60 millones de potenciales clientes, por lo que requiere de una especial protección que la Policía reforzará a través del Plan Comercio Seguro.

Madrid, 24 jul.- Casi dos millones de personas trabajan en el comercio, que aporta el 12 por ciento del producto interior bruto (PIB) y que tiene en el turismo que visita España 60 millones de potenciales clientes, por lo que requiere de una especial protección que la Policía reforzará a través del Plan Comercio Seguro.

Un plan que hoy se ha presentado en sociedad en el complejo policial de Canillas con la presencia de los secretarios de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, y de Seguridad, Francisco Martínez, para acercar al sector las medidas que la Policía está poniendo en marcha para reducir las tasas de delincuencia en este ámbito.

De hecho, el número de delitos contra el comercio, tal y como ha puesto de manifiesto Martínez, ha descendido un 7,7 por ciento en los últimos cuatro años, aunque en algunos sectores, como gasolineras o bancos la bajada ha sido aún mayor.

"Una calle sin comercio es una calle fantasma", ha enfatizado el secretario de Estado de Seguridad, quien ha hecho hincapié en la necesidad de proporcionar un entorno seguro para la actividad comercial, que se verá favorecido, entre otras cosas, por la reforma del Código Penal, que endurecerá las penas por hurtos y la multirreincidencia.

Pero ya en el plano policial, las medidas, que ha explicado el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, pasan por reforzar la seguridad en los espacios de mayor riesgo para los comerciantes, distribuidores o consumidores, a quienes los agentes proporcionarán todo tipo de información para evitar que se conviertan en víctimas.

Colaborar con la seguridad privada, atender más rápida y eficazmente a las víctimas, un mayor control de los fraudes con medios de pago electrónicos y perseguir aún más las estafas por internet son otras de las medidas del plan, que se ha elaborado, según Cosidó, "para, por y con el sector comercial".

Al mismo tiempo, dentro del plan se han editado 1.000 ejemplares de la "Guía comercio seguro", una publicación de 24 páginas con recomendaciones sobre medidas de seguridad, tanto en el local como en la distribución de los productos, y con información sobre las modalidades delictivas o consejos para actuar ante un hecho delictivo.

Entre las modalidades delictivas, la guía destaca los hurtos como el chicle en joyerías, el capote, las bolsas recubiertas de aluminio para evitar el funcionamiento de los chips de seguridad o la clásica técnica de la mancha.

Las estafas más habituales en los establecimientos comerciales son el pago con billetes o monedas falsas, el cambio de códigos de barras, el cajero bloqueado o manipulado, el "phishing", el "carding" o la venta fraudulenta de productos y servicios a través de internet.

Hay que desconfiar, dice la guía, de las personas que entren en el comercio curioseando, haciendo preguntas y sin muchas intenciones de comprar. Incluso, de las que lleven un casco de moto puesto y no se lo quiten.

Ojo también a los grupos numerosos, porque pueden estar organizados para actuar de forma coordinada, y cuidado a la hora de hacer caja, porque es mejor hacerlo antes de la hora de cierre, con las puertas cerradas, acompañado y oculto a los ojos del público.

Comprobar si la tarjeta con la que se paga corresponde al titular, para lo que es necesario pedir el DNI u otro documento identificativo, y "tocar, mirar, inclinar o girar" los billetes para constatar que no son falsos son otros consejos de la Policía a los comerciantes.

Hay en España casi medio millón de empresas de comercio minorista, el 15 por ciento del total de empresas del país. Su facturación alcanzó el pasado año los 10.000 millones de euros, con un incremento del 14 por ciento.

Son datos que ha ofrecido el secretario de Estado de Comercio para justificar la necesidad de proteger los establecimiento, que "lo están pasando muy mal" con la crisis y que es necesario mantener abiertos hasta que llegue la recuperación, que "ya se vislumbra".

O en palabras de Cosidó: "Se saldrá de la crisis cuando en lugar de ver cerrar las tiendas, veamos que se abren nuevas".

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