Un interno golpea e intenta morder a un funcionario de la cárcel de Sevilla-I

  • El trabajador de la prisión ha sufrido una rotura en la muñeca de un brazo que ha obligado a su inmovilización mediante escayola
EUROPA PRESS

Un interno de la cárcel de Sevilla-I ha agredido e intentado morder a un funcionario que finalmente ha resultado lesionado y ha sufrido una rotura en una de sus muñecas, según ha informado a Europa Press la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).

En este sentido, el sindicato ha precisado que los hechos ocurrieron sobre las 14,00 horas de este miércoles en el departamento de enfermería cuando, una vez se había iniciado el descanso regimental tras el almuerzo, "se escucharon gritos de un interno pidiendo auxilio en una de las celdas".

Personado "inmediatamente" el funcionario de servicio, pudo comprobar cómo se estaban vertiendo amenazas de muerte y que el interno C.M.M., ingresado en dicho Departamento "por sufrir severas patologías mentales", intentaba agredir a su compañero de celda, J.E.F., quien presta tareas de auxiliar de apoyo al anterior.

En el instante en que se procedía a abrir la celda, el interno C.M.M. se abalanzó "sorpresivamente" hacia el funcionario, al que comenzó a propinar golpes e incluso intentó morder. Como consecuencia de la agresión, el trabajador ha sufrido una rotura en la muñeca de su brazo que le ha obligado a su inmovilización mediante escayola y ha quedado convaleciente a la espera de una "inmediata" intervención quirúrgica.

Desde el sindicato Acaip, una vez más, denuncian las condiciones laborales que sufre el colectivo de trabajadores penitenciarios en relación al tratamiento de un amplio porcentaje de internos que sufren graves enfermedades y trastornos mentales.

Según indica el sindicato, el porcentaje de personas con alteraciones mentales en prisiones "es mucho más elevado que en la población general", añadiendo que "son enfermos con un trastorno crónico, complejo y frecuentemente asociado al consumo de drogas, y en diversos estudios se estima que el cuatro por ciento de la población reclusa padece algún tipo de trastorno mental grave".

Acaip asevera que, en este apartado, concurren una serie de circunstancias "que se añaden a otras carencias generales, reiteradamente denunciadas, como son las de falta de medios materiales y escasez de recursos humanos en todas las áreas, y que vienen a mermar aún más las condiciones laborales de los trabajadores penitenciarios".

"SOBRESATURACIÓN"

Al hilo de ello, el sindicato critica la "sobresaturación" de los dos únicos psiquiátricos penitenciarios existentes en España, ya que, a fecha de 31 de marzo de 2016, según estadísticas oficiales, hay 492 pacientes considerados inimputables, de los que 365 están en hospitales psiquiátricos penitenciarios y 127 en centros penitenciarios ordinarios.

"Muchos de ellos, la mayoría, por haber cometido delitos menores y con medidas de seguridad de escasa duración", asegura Acaip, que también alude a la "inexistencia de personal técnico cualificado para detectar, evaluar y anticipar diagnósticos preventivos en internos con patologías mentales" y a la "ausencia de medios de intervención y tratamientos adecuados para los mismos".

De este modo, y aunque la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, "consciente de la grave problemática", ha implantado en los centros penitenciarios un Programa de Atención Integral a los Enfermos Mentales (Paiem) para mejorar la atención a estos pacientes, "no se debería confundir la tarea que le corresponde a Instituciones Penitenciarias con que la prisión sea un recurso socio asistencial para solucionar los problemas comunitarios de las personas con enfermedad mental".

Por último, critica que "la inexistente respuesta desde distintos ámbitos, judiciales y administrativos, a esta problemática, redunda finalmente en engrosar las continuas agresiones que viene sufriendo el funcionario de prisiones".

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