Investigan la agresión a una testigo de un juicio por homicidio en Gipuzkoa

  • La Ertzaintza investiga la agresión sufrida esta mañana en Azpeitia (Gipuzkoa) por una mujer que, según la denuncia presentada, testificó ayer en la vista que se sigue a puerta cerrada en el Juzgado de Menores de San Sebastián contra un joven acusado de matar a la vecina de Zarautz Amaia Azkue.

San Sebastián, 16 mar.- La Ertzaintza investiga la agresión sufrida esta mañana en Azpeitia (Gipuzkoa) por una mujer que, según la denuncia presentada, testificó ayer en la vista que se sigue a puerta cerrada en el Juzgado de Menores de San Sebastián contra un joven acusado de matar a la vecina de Zarautz Amaia Azkue.

Según han confirmado a EFE fuentes del departamento vasco de Interior, en la denuncia que ha formalizado esta tarde, la agredida precisa que es una persona próxima al entorno del acusado en este juicio.

La agresión se habría producido esta mañana en el barrio de Nuarbe, cerca del domicilio de la testigo, cuando, al parecer se le ha aproximado un motorista que la habría insultado y golpeado con un palo en la espalda, cerca de la cabeza.

Al lugar se ha trasladado una patrulla de la Ertzaintza que ha confirmado la agresión.

Sobre las 11:25 horas, la víctima ha sido atendida en el ambulatorio de Azpeitia, aunque posteriormente ha sido trasladada en ambulancia al Hospital Donostia de San Sebastián para recibir asistencia médica, tras lo que, ya por la tarde, ha presentado una denuncia por estos hechos.

El juicio por la muerte de Amaia Azkue se inició el pasado lunes y se ha desarrollado durante toda la semana a puerta cerrada en el Juzgado de Menores de San Sebastián, donde está previsto que concluya el próximo lunes.

Según la versión de este crimen que en su momento dio la Ertzaintza, el asesinato tuvo lugar el 16 de marzo de 2011, día en el que la fallecida habría recogido al imputado, un joven que entonces era menor de edad, en su vehículo en Zarautz para trasladarlo hasta Azpeitia.

Durante el viaje, el encausado la habría amenazado y sustraído diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito y, posteriormente, habría acabado con su vida "golpeándola fuertemente en la cabeza", tras lo que "abandonó el cuerpo, maniatado, en el embalse de Ibai-Eder y trasladó el vehículo de la víctima hasta el aparcamiento de Loiola".

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