Irlanda no se plantea aún celebrar referéndum para adherirse a nuevo tratado

  • La ministra irlandesa de Asuntos Europeos, Lucinda Creighton, afirmó hoy que aún es pronto para saber si Irlanda tendrá que convocar un referéndum para aprobar un nuevo tratado de la Unión Europea (UE) para reforzar el euro.

Dublín, 9 dic.- La ministra irlandesa de Asuntos Europeos, Lucinda Creighton, afirmó hoy que aún es pronto para saber si Irlanda tendrá que convocar un referéndum para aprobar un nuevo tratado de la Unión Europea (UE) para reforzar el euro.

En declaraciones a los medios en Bruselas, la ministra celebró, no obstante, los acuerdos logrados para tomar medidas concretas, como acelerar un año la entrada en vigor del fondo de rescate permanente y dotar al FMI con 200.000 millones de euros para ayudar a países en crisis.

Fuentes del Gobierno irlandés explicaron hoy a Efe que, "en realidad, la cuestión de la celebración de un referéndum no ha surgido aún".

"Todavía tienen muchísimo trabajo por delante. De momento, están abordando cuestiones sobre un tratado intergubernamental, el cual, si prospera, podría convertirse en un tratado europeo, aunque esa posibilidad está todavía lejana", añadieron las fuentes.

Según informa la Radiotelevisión Irlandesa (RTE), los servicios jurídicos del Gobierno están estudiando si la adhesión de Irlanda a un nuevo tratado obligaría a reformar su constitución, en cuyo caso las autoridades deberían convocar un referéndum.

En el pasado, este condicionante legal ha dado serios quebraderos de cabeza a Dublín y Bruselas.

El electorado irlandés rechazó en 2008 en una consulta popular el Tratado de Lisboa, aunque un año después dio el "sí" a un texto modificado.

Lo mismo sucedió en 2002, cuando los irlandeses aprobaron en las urnas el Tratado de Niza después de haberlo rechazado un año antes.

Respecto a la posibilidad de adoptar nuevas normas sobre disciplina presupuestaria de la zona euro, Creighton recalcó que Dublín se opone a un régimen de armonización fiscal que, por ejemplo, imponga un impuesto de sociedades común para los países firmantes.

"Nunca ha habido intención de debatir el impuesto de sociedades. No es un asunto que esté en la agenda", declaró la ministra sobre esta cuestión de relevancia para Irlanda.

El impuesto corporativo, cuya tasa del 12,5 %, está considerada por Dublín como un activo para atraer multinacionales aunque fuera del país muchos lo ven como un instrumento de competencia desleal.

"Las conversaciones -explicó Creighton- se centraron en los mecanismos de reforzamiento del Gobierno económico y el compromiso de los países miembros con el euro".

Según la ministra, la "prioridad número uno" es la creación de un "cortafuegos" que neutralice el "riesgo de contagio procedente de Grecia en la zona euro".

El primer ministro irlandés, Enda Kenny, también apoyó las nuevas normas de la UE sobre disciplina presupuestaria, pues las valoró como un avance importante para dejar atrás la crisis de la deuda.

A su llegada a la cumbre de líderes europeos que se celebra hoy en Bruselas, el dirigente conservador afirmó que dicho pacto es "un buen acuerdo", pues establece un cortafuegos para prevenir los contagios por la crisis de la deuda.

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