Isabel II, primer monarca británico en celebrar su 65 aniversario de bodas

  • En un año marcado por el fervor popular de su Jubileo de Diamantes y de su participación en los Juegos Olímpicos de Londres, Isabel II celebra hoy otro momento importante: el 65 aniversario de su boda con el duque de Edimburgo.

Viviana García

Londres, 20 nov.- En un año marcado por el fervor popular de su Jubileo de Diamantes y de su participación en los Juegos Olímpicos de Londres, Isabel II celebra hoy otro momento importante: el 65 aniversario de su boda con el duque de Edimburgo.

Con este aniversario de zafiros, la Reina se convierte en el primer monarca británico en cumplir 65 años de casada, fecha que celebra en la intimidad junto a su marido, el príncipe Felipe, que en el último año ha sufrido varios achaques de salud.

Isabel II y el duque de Edimburgo pasan la jornada en el palacio de Buckingham, después de haber asistido anoche a un espectáculo de comedia, música y relatos satíricos, conocido como Royal Variety Performance, en el Royal Albert Hall de Londres.

Con un vestido largo gris y plateado, la soberana, de 86 años, saludó a famosos como Kylie Minogue, Alicia Keys, Neil Diamond y Andrea Bocelli, que tomaron parte de este tradicional espectáculo británico, que ha cumplido nada menos que cien años de historia.

Con motivo de la efeméride, los miembros del Sínodo general de la Iglesia Anglicana empezaron hoy sus debates sobre la ordenación de obispas con un "hip, hip, hurra", en honor de la longeva pareja real.

Isabel II y el duque se casaron el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster, en Londres, en momentos en que el Reino Unido se recuperaba de la II Guerra Mundial y sufría serios problemas de abastecimiento, hasta el punto que la entonces princesa utilizó cupones de racionamiento para comprar la tela de su vestido de novia.

Al casarse con la princesa Isabel, a quien de joven llamaban "Lilibet", el entonces príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca recibió de su suegro, el rey Jorge VI, el título de duque de Edimburgo y debió cambiar su apellido Mountbatten por el de Windsor.

Para la tan esperada boda real, el palacio de Buckingham recibió unos 10.000 telegramas de felicitaciones y 2.500 regalos de todo el mundo, muchos de los cuales fueron exhibidos durante algunos días en el palacio londinense de St.James con fines de beneficencia.

Entre los datos curiosos que se recuerdan del casamiento destacan las dos despedidas de soltero que tuvo el duque -una privada y otra en el hotel Dorchester- y la introducción por primera vez del toque de trompetas para bodas reales en la Abadía de Westminster.

Tras el enlace, partieron de luna de miel desde la estación de tren de Waterloo (sur de Londres) junto con su inseparable perro corgi, Susan, y pasaron la noche de bodas en la mansión Broadlands, sur de Inglaterra, residencia de Lord Mountbatten, tío del duque y último gobernador de la India.

Si aquel 20 de noviembre de 1947 miles de británicos se echaron a las calles de Londres para ver la carroza que llevaba a la princesa Isabel hasta la Abadía, el fervor popular se repitió el pasado junio cuando miles de personas se sumieron en un festejo colectivo para recordar sus sesenta años de reinado.

Este 2012 pasará sin duda a la historia de la monarquía del Reino Unido como el año de Isabel II, en el que sus súbditos le rindieron tributo, con festejos oficiales, para recordar sus 60 años en el trono, un hito solo superado por la reina Victoria (1819-1901).

Ha sido el año en que Isabel II mostró su lado más simpático durante los Juegos Olímpicos, cuando participó en la ceremonia de apertura al interpretarse a sí misma junto al agente secreto James Bond de la ficción, personificado por el actor Daniel Craig.

A la Reina y al agente 007 se les vio lanzarse al estadio olímpico en paracaídas desde un helicóptero, aunque en ese momento fueron doblados por dos paracaidistas profesionales.

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