Isótopos radioactivos, la cara más humana de la energía nuclear

  • Los radiofármacos, medicamentos con pequeñas cantidades de isótopos, son incorporados a los órganos del paciente, normalmente por vía intravenosa.
Especialistas en Medicina Nuclear renuevan acreditación del PET-TC
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HOSPITAL VIRGEN DEL ROCÍO

Los isótopos radiactivos, también conocidos como radioisótopos, son átomos de un elemento que han sido modificados de manera que en su centro se encuentra un mayor número de neutrones que en un átomo ordinario.

Estos radioisótopos gozan de gran implantación en los hospitales de España, donde los centros sanitarios recibieron en 2018 más de 140.000 bultos con material radiactivo con los que se realizaron más de un millón de pruebas diagnósticas y tratamientos.

Los radiofármacos, medicamentos con pequeñas cantidades de isótopos, son incorporados a los órganos del paciente, normalmente por vía intravenosa, para poder diagnosticar la gravedad y tratamiento de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas, gastrointestinales, endocrinas o desórdenes neurológicos.

Una vez en el interior del paciente, la radiación emitida por el radiofármaco se interpreta mediante equipos específicos como son las gammacámaras o los tomógrafos, ha explicado a EFE Javier Montes, director de Operaciones y Combustible Nuclear de Enusa, y responsable de la fábrica situada en Juzbado (Salamanca).

Los equipos hospitalarias como, por ejemplo, el PEC-TAC sirven como un instrumento de diagnóstico que permite además de ver dónde está el tumor, conocer y analizar su actividad metabólica, ha señalado Montes.

Estos fármacos, fabricados en su gran mayoría en el extranjero (en los ciclotrones en España se fabrica sobre todo el flúor 18) y con una vida, en general, corta o muy corta tienen una gran ventaja, que es la inocuidad en los pacientes debido a que la radiación que reciben es igual o menor a la de los estudios radiológicos rutinarios.

Montes ha observado que la elección de los isótopos está condicionada por la necesidad de que no sean tóxicos, tengan un tipo de emisión radiactiva idónea, baja energía y un período de semi-desintegración corto, para que la dosis absorbida sea pequeña y la permanencia en el organismo no sea prolongada.

Para repartir estas unidades radiactivas por los hospitales de España -tanto públicos como privados y a cualquier día y hora-, es necesario disponer de una logística estable en el país y hacer un seguimiento "exhaustivo" de todos los productos para que los radiofármacos lleguen con seguridad y en plazo.

La empresa salmantina ETSA, filial de la pública Enusa, es la encargada de distribuir más del 95 por ciento de todos los isótopos radiactivos de uso médico que se consumen en España, y durante el pasado año ejecutó más de 51.000 entregas de esos productos.

La rapidez de reparto tiene que ser máxima y los envíos suelen gestionarse por transporte terrestre o aéreo, y, dependiendo del nivel de radiactividad que contengan, se usan embalajes plomados para proteger de las radiaciones ionizantes.

Además, ante la posibilidad de que algunos de los materiales transportados sean utilizados en actos "malintencionados", se han desarrollado vehículos con sistemas de protección (físicos y electrónicos) para proteger adecuadamente las mercancías.

Otro aspecto de gran importancia es la "alta protección" que se realiza en todas las personas involucradas en el transporte de las dosis radiactivas y en el medioambiente frente a cualquier riesgo inherente a los productos radiactivos.

Además, para que el transporte sea aún más seguro, la compañía dispone de plataformas tecnológicas de control de recursos y verificación, que posibilita conocer los requisitos aplicables a una expedición y asegurar el cumplimiento de los mismos y de aplicaciones móviles y web para la trazabilidad de envíos. Todos y cada unos de los sectores que intervienen en un pedido pueden conocer en tiempo real el estado de los envíos de los radiofármacos.

Montes ha vaticinado para este sector una expectativa de crecimiento "muy elevada" en España debido a que la medicina nuclear, a diferencia de otros países europeos, se encuentra en un momento de gran expansión.

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