Jerusalén, 27 ago.- El Ministerio de Defensa de Israel cerrará uno de los dos pasos fronterizos que tiene actualmente en el noreste de Jerusalén, lo que dificultará el acceso a la ciudad a 65.000 palestinos del campo de refugiados de Shuafat, informa hoy la edición electrónica del diario Haaretz.
El cruce, conocido con el nombre de Ras el Jamis, es paso obligatorio para 16.000 palestinos del campo de refugiados que entran a diario en Jerusalén, ciudad en la que además constan como residentes.
Su cierre les obligará a dar un rodeo de dos kilómetros para entrar por otro a unos 350 metros de distancia y que no tiene la capacidad suficiente para todos los residentes del campo.
Según el diario, el cierre viola un fallo de 2008 del Tribunal Supremo de Israel que exigía a Defensa ampliar el principal paso de Shuafat antes de cerrar el de Ras el Jamis, por el que cruzan solamente peatones.
Los jueces estipularon que el paso fronterizo que quedará abierto deberá contar con al menos ocho vías para peatones y cuatro para vehículos, condiciones que no cumple al día de hoy.
"Tenían que haber construido otras vías para automóviles y para peatones, pero no lo han hecho", se quejó al diario Jamil Sanduqa, jefe del comité de residentes del campo, al alertar de los atascos que se originarán y los obstáculos que supondrá para la vida de los vecinos.
El campo de Shuafat, en Jerusalén este, incluye cuatro aldeas palestinas -Shuafat, Ras Shejada, Dahiyat al Salaam y Ras Jamis- que a pesar de forma parte del perímetro municipal de Jerusalén están rodeadas por tres lados por la barrera que Israel construyó a partir de 2003 para separarse de Cisjordania.
Esta barrera se transforma en un muro de hormigón de 8 metros de alto en Jerusalén y en otros centros urbanos fronterizos.
Por la parte este del campo está el territorio de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), por lo que los vecinos dependen de los dos pasos fronterizos para acceder a la ciudad santa.
La Asociación de Derechos Civiles de Israel (ACRI) denuncia que "el cierre de Ras el Jamis constituirá un duro golpe para la libertad de movimiento" de sus habitantes, que verán restringidos sus derechos a "ganarse la vida, recibir tratamiento médico y educación, visitar los lugares santos y a sus familias".
En respuesta al diario el Ministerio de Defensa desestima las denuncias y asegura que el paso principal de Shuafat ha sido reconstruido para dar cabida a miles de personas.
"Cumple las órdenes del Tribunal Supremo y han sido aplicadas en coordinación con ACRI y los tribunales", según el Ministerio.
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