IU rechaza intervenir para resolver el caos de la federación madrileña

La brecha que desde hace meses amenaza con fracturar de manera irreversible la federación madrileña de Izquierda Unida no tiene vistas de cicatrizar.

La crisis abierta entre sus dos sectores, la "vieja guardia", en la que se integran sus portavoces municipal y autonómico, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, y la vía crítica representada por Tania Sánchez, candidata electa a la presidencia regional, se fractura a golpe diario. El último, ayer, cuando Sánchez, dio su respaldo total a la integración de sus afines en la plataforma municipalista 'Ganemos', que ya integra a 'Podemos' y otras fuerzas de izquierda.

El segundo frente abierto en IU-CM, y que esta tarde ha debatido la direción en una intensa reunión de más de cinco horas, es el futuro de los actuales portavoces, salpicados por el escándalo de las tarjetas black. Su dimisión ha sido petición insistente de Sánchez y exigida también por IU federal. El órgano rector de IU ha decidido finalmente no expulsarlos, aunque sí desautorizarlos políticamente. Esto implica que, a partir de ahora, no representarán a IU en las instituciones, por lo que no podrán hablar en nombre de la coalición.

Además, en los próximos días se nombrará a una persona encargada de instruir un expediente a ambos por incumplir las reiteradas resoluciones de la Presidencia en las que se les pedía que renunciaran a sus portavocías debido a su responsabilidad política en el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid.

La presidencia ha rechazado de esta forma la resolución presentada por Sánchez y sus partidarios en la que se instaba a la expulsión y en el que defendía esta medida como"higiénica" para resolver la crisis en la federación madrileña.No habrá intervención en Madrid

La dirección ha rechazado también la propuesta de intervenir esta federación, lo que hubiera implicado asumir sus competencias electorales. En el texto se planteaba "desfederalizar" bajo el argumento de que así lo recogen los estatutos en caso de infracción "muy grave", como es el reiterado incumplimiento de los acuerdos adoptados por los órganos de la organización en el ejercicio de sus competencias, y el deterioro de la imagen pública de IU.

Además, la presidencia ha realizado una llamada a cumplir los acuerdos federales en relación a la plasmación de las candidaturas, que debe ser siempre bajo la forma de coaliciones electorales preservando las siglas de Izquierda Unida, no como agrupación de electores ni bajo la fórmula de "partidos instrumentales", lo que supone también un revés a Sánchez.