Izquierda paraguaya pide cambio social en conmemoración del fin de dictadura

Asunción, 3 feb.- Partidos políticos de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales de Paraguay pidieron hoy un cambio en las estructuras económicas del país en un acto en conmemoración del fin de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) en el que recordaron a los desaparecidos y asesinados.

Unas doscientas personas se congregaron en la plaza Italia de Asunción a convocatoria de una recién creada coalición llamada "Articulación 60 años de Stronismo".

"Hace 25 años que no está Strossner, pero sigue el stronismo en este país", dijo en el acto Bernardo Rojas, presidente del sindicato Central Unitaria de Trabajadores Auténtica y quien fue un preso político durante la dictadura.

Rojas aseveró que en Paraguay se han conquistado libertades políticas como la de expresión, que no existieron en los casi 35 años de dictadura, pero al mismo tiempo no se ha logrado una democracia "con justicia social", donde se invierta en salud y educación y haya un reparto de tierra.

Los asistentes gritaron eslóganes como "reforma agraria, urgente y necesaria" e hicieron un llamado a participar en la huelga general convocada para el próximo 26 de marzo.

Paraguay conmemoró hoy los 25 años del golpe de Estado que derrocó a Stroessner y que abrió la puerta a la democracia.

La "Articulación 60 años de stronismo", cuyo nombre hace referencia a que Stroessner asumió el poder en 1954, pretende realizar actividades durante todo el año para estimular el debate sobre el impacto de la dictadura en la sociedad paraguaya y sobre la transición democrática, dijo a Efe Carlos Pérez Cáceres, uno de sus integrantes.

"Hubo solo cambios formales" tras el régimen militar, se quejó Pérez Cáceres, que destacó que la presencia en el poder del Partido Colorado, que fue un pilar de Stroessner, revela que "todo sigue igual".

El presidente del Congreso, Julio César Velázquez, del partido Colorado, admitió hoy que su partido fue el "principal sostén político" de la dictadura y que "solo" desde el reconocimiento de los "errores" se pueden "suturar definitivamente las heridas y cerrar un ciclo trágico".

Velázquez hizo su declaración en una ceremonia en el parlamento con las máximas autoridades del país en la que no intervinieron las víctimas de la dictadura y en la que el presidente, Horacio Cartes, tampoco las mencionó en su discurso.

En cambio, el acto en la plaza Italia fue una reivindicación de su sacrificio. Los participantes exhibieron carteles con los rostros de algunos de los desaparecidos e hicieron un minuto de silencio solo interrumpido por el sonido de las cigarras.

La Comisión de Verdad y Justicia (CJV) registró un total de 425 ejecutados o desaparecidos y unos 20.000 detenidos, la mayoría víctima de golpizas, picana eléctrica, quemaduras y otras formas de tortura. Además, 20.814 personas se vieron forzadas al exilio.