Izquierda Unida, un barco que empieza a hacer agua

Es el momento de Iquierda Unida. Una formación que ha luchado contra muchas de las cosas que indignan al Movimiento 15M (la ley electoral, la oposición a la reforma laboral, de las pensiones etc) . Se han enfrentado al PSOE y a Zapatero en la gestión de la salida de la crisis. Han gritado contra el bipartidismo en España. Pero nada de esto les ha servido para resurgir en unas elecciones.

Primero fue el 'voto útil' que provocó un vuelco a favor de los socialistas y ahora pueden pagar los platos rotos de algunas de sus contradicciones y de no saber convencer cuando el viento sopla a favor. Éstas son algunas de las estrategias que Izquierda Unida y su líder Cayo Lara tienen que cambiar si quieren mejorar sus resultados en las próximas elecciones generales.

1.Debilidad de su líder.  Cayo Lara ganó por la mínima cuando en 2008 se hizo con la Secretaría General de la coalición y eso se ha notado en su liderazgo.  Prometió alejar a IU del PSOE -con quien su antecesor, Gaspar Llamazares, se entendió muy bien–, pero apenas lo hizo. Frente al  famoso 'programa, programa y programa' de Julio Anguita,  Lara no ha sabido trasladar cuáles son las soluciones de la izquierda a la crisis. Y apenas ha tenido peso en las negociaciones del Gobierno con los sindicatos, en la huelga general ni ha logrado impedir que 'pesos pesados' de IU se hayan marchado.

Pero la máxima expresión de su debilidad se ha visto con lo ocurrido en Extremadura. Cayo Lara se implicó personalmente en esta crisis trasladándose a Mérida y encerrándose en un piso para tratar de convencer a sus compañeros para que no facilitaran un Gobierno del PP.  Pero no logró frenar la rebelión. Las bases pudieron más que el líder, que ha quedado en entredicho después de prometer una y otra vez en campaña que IU nunca permitiría gobernar al PP

2. Contradicciones en el mensaje y en la práctica. En Extremadura, feudo socialista infranqueable hasta ahora, Izquierda Unida ha logrado tres diputados, pero hagan lo que hagan tienen mucho más que perder que ganar.  IU tiene la llave del Gobierno de esta región. Pueden dársela al PSOE para reeditar su gobierno. Pero los militantes extremeños decidieron que no darle ese cheque al socialista Guillermo Fernández Vara.

Pero la abstención por la que se han decantado le dará la victoria al PP. Muchos simpatizantes y militantes de Izquierda Unida de toda España no entienden como un partido de izquierdas le puede dar un gobierno a la derecha. Es una contradicción en las líneas políticas básicas de la formación.

En los últimos años, sobre todo tras el desastre electoral de 2008, Izquierda Unida ha sido uno de los abanderados contra el bipartidismo. Pero convertirse en llave de algunos gobiernos, como los anteriores tripartitos catalanes, le quitan mucha credibilidad ante los ciudadanos que les han confiado su voto.

3. Parece que copian a los 'indignados'. Las reivindicaciones del Movimiento 15M han copado todos los titulares que Izquierda Unida nunca han podido conseguir. Reforma de la ley electoral, derecho a una vivienda digna, castigar a los "verdaderos" culpables de la crisis económica y no a los trabajadores, no a los recortes sociales… No son mensajes nuevos ni copiados al 15M, pero muy pocos parecen saberlo.

¿Por qué no llegan los mensajes de Izquierda Unida? El propio Cayo Lara, coordinador federal de IU, lo sufrió en sus carnes cuando fue abucheado y agredido en un desahucio. Ninguno de los presentes parecía saber que IU siempre ha defendido en su ideario el derecho a una vivienda digna y en estos meses han defendido en el Congreso la dación de pago, es decir la entrega de la casa en caso de impago de la hipoteca.

"No queremos protagonizar ni liderar ni representar a nadie que no quiera ser representado", aseguraba Lara este lunes cuando presentaba la nueva iniciativa de IU para elaborar su programa electoral con un debate abierto a las redes sociales.

4. Las caras más visibles se van. Son muchos los que están abandonando el barco en plena tempestad. La última fue Inés Sabanés, la diputada en la Asamblea de Madrid y una de las caras más conocidas de la formación.

Su relación con la dirección de IU se enfrió. Al igual que pasó con Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba. Fue la marcha que más dolió, la que más daño hizo… No sólo por lo que representaba políticamente –Córdoba, era el único Ayuntamiento de una gran ciudad con el que contaba IU– sino también internamente: Aguilar es una histórica procedente de la época de Julio Anguita.

Y si Sabanés se fue a Equo, Rosa Aguilar se fue con el 'enemigo': el Partido Socialista, ese partido que tanto daño ha hecho a IU en la última legislatura dejando en evidencia su escaso poder y fuerza.

5. La democracia interna se vuelve en su contra. "La máxima democracia se representa en la Asamblea con 40.000 militantes. Ellos deciden las líneas estratégicas después de los debates municipales, provinciales y autonómicos. Son los principios con los que todos nos comprometemos y no se puede decidir algo contrario", afirmaba este lunes Cayo Lara preguntado por la decisión tomada en Extremadura por los militantes.

Como pasó en la última etapa de Acampada Sol, la democracia interna les estaba jugando una mala pasada. Ahora, la dirección IU tiene que decidir si respeta la decisión tomada en Extremadura aunque no la respalde.

6. Los partidos de izquierda se autolesionan. Ha sido curioso ver cómo en esta última legislatura el PSOE se ha apoyado en partidos nacionalistas y de corte conservadora antes que en IU. El Gobierno ha ignorado a esta formación, ya que tenía a Coalición Canaria y el Partido Nacionalista Vasco para sacar adelante sus medidas. Gaspar Llamazares ha sido uno de los principales azotes del presidente Zapatero, quien sin embargo sí ha tenido acercamientos con Esquerra Republicana de Catalunya.

A la falta de entendimiento entre las formaciones de izquierda se ha unido el nacimiento de nuevos partidos, como el ecologista  Equo, que si finalmente se presenta a las elecciones generales a buen seguro restará votos a IU. Y Gaspar Llamazares ha recogido el guante sobre la posibilidad de crear un partido de izquierdas a parte de IU después de que artistas e intelectuales hayan pedido una alternativa a PSOE e IU.