Jorge Semprún, homenajeado en Biriatou, en el País Vasco francés

  • El alcalde de Biriatou, Michel Iriart, descubrió hoy en esta pequeña localidad del País Vasco francés una estela de piedra gris en homenaje a Jorge Semprún, con una imagen estilizada del escritor, que "hubiera deseado" que su cuerpo fuera enterrado aquí.

Rémi Rivière

Biriatou (Francia), 26 nov.- El alcalde de Biriatou, Michel Iriart, descubrió hoy en esta pequeña localidad del País Vasco francés una estela de piedra gris en homenaje a Jorge Semprún, con una imagen estilizada del escritor, que "hubiera deseado" que su cuerpo fuera enterrado aquí.

El rostro grabado en la piedra del que fuera ministro español de Cultura presidió el homenaje celebrado en un soleado día de otoño, casi siete meses después de la muerte del intelectual, que habría querido que sus restos fueran inhumados en este lugar, desde el que veía España en sus años de actividad política clandestina.

Ante varias decenas de amigos y de gente cercana a él, como el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, el actor francés Michel Piccoli o sus nietos Thomas, Mattieu y Cecilia Landman, entre otros, Iriart mencionó ese anhelo de Semprún citando sus palabras en "Adiós, luz de verano", y aludió a su "vida de pena y sufrimiento" pero también a "la revancha de su destino" con el acto de hoy.

"El lugar es perfecto para perpetuar la memoria y la obra de Jorge Semprún", dijo el alcalde.

Y Michel Piccoli leyó en tono solemne largos extractos del mismo texto: "En Biriatou, desde la terraza a la sombra del restaurante, miraba a España, en la orilla opuesta del Bidasoa" (...) "El sol se ocultaba sobre el océano, invisible, a lo lejos.(...) España, tan cerca, prohibida, condenada a no ser más que un sueño en la memoria", recordó el actor.

Desde este promontorio frente a España Semprún también formuló su deseo de ser enterrado en Biriatou con los colores de la bandera de la República española.

"En cualquier caso, si no temiera incomodar a mis derechohabientes, herederos o ejecutores testamentarios, o complicarles la vida exigiéndoles gestiones administrativas sin duda largas y cargantes, pediría que me enterrasen en el pequeño cementerio de Biriatou", escribió.

Después de su entierro cerca de París, junto a su segunda esposa, Colette Leloup, "sus próximos manifestaron la voluntad el pasado agosto de rendirle un homenaje en Biriatou", manifestó Michel Iriart.

El sábado, aquí, bajo un sol cegador de otoño, los nietos de Semprún, Thomas, Mathieu y Cecilia Landman, recordaron con mucha emoción la historia de su amante abuelo, leyendo fragmentos de los libros en los que los mencionaba, y evocaron las heridas de Semprún, especialmente su deportación al campo de concentración nazi de Buchenwald, que visitaron con él en 1992.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, mencionó por su parte la figura europea de Semprún, con quien compartió durante tres años consejo de ministros en el Gobierno de Felipe González.

"Miro a Biriatou y veo en cada ocasión una Europa sin fronteras", declaró Almunia, que también recordó el compromiso de Semprún "con la libertad y contra el franquismo" y a favor de una Unión Europea que veía como "un proyecto basado en la razón democrática que protege nuestros valores".

Almunia contó que Semprún, poco antes de morir, a la pregunta de si se sentía español o francés, le dijo que aunque había escrito la mayor parte de sus libros en francés se sentía en primer lugar ciudadano español.

Prosiguió con el homenaje Carmen Claudín, hija del antiguo dirigente del Partido Comunista de España Fernando Claudín, la cual también recordó a Javier Pradera, el amigo de Semprún desaparecido el día de las recientes elecciones generales españolas.

"Javier y Jorge habrían sido duda comentado esta actualidad política, como tenían costumbre", declaró Claudín, quien recordó con humor que "quizás habrían preferido no conocer el resultado".

Desde la atalaya de Biriatou, dominando el valle de Elizondo y el río Bidasoa, que marca la frontera entre los dos países, un bloque de piedra junto a la estela resume en vasco, español y francés el destino de Semprún, ligado a este lugar de historia y encuentro entre culturas.

"Escritor, republicano español exiliado a Francia, alistado voluntariamente en la resistencia francesa, deportado a Buchenwald, dirigente y combatiente de la oposición clandestina al franquismo y ministro de Cultura del Gobierno español entre 1988 y 1991", se lee en la piedra.-

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