Joven griego preso cumple un mes en huelga de hambre y decide dejar de beber

  • El joven griego preso Nikos Romanós cumple hoy un mes en huelga de hambre y ha decidido también dejar de beber en protesta contra la negativa de las autoridades de concederle un permiso penitenciario para asistir a clases en la universidad.

Atenas, 10 dic.- El joven griego preso Nikos Romanós cumple hoy un mes en huelga de hambre y ha decidido también dejar de beber en protesta contra la negativa de las autoridades de concederle un permiso penitenciario para asistir a clases en la universidad.

Romanós, de 21 años, tomó hoy la determinación de dejar de beber agua, el único líquido que consumía desde el 10 de noviembre, tras el debate iniciado ayer en el Parlamento sobre la enmienda que pretende eliminar los permisos penitenciarios por motivos académicos y sustituirlos por estudios a distancia.

Está previsto que hoy se vote esta normativa, aunque todos los partidos, incluido el gubernamental Pasok, han pedido al ministro de Justicia, Jarálambos Athanasíu, que aclare el marco jurídico con el fin de evitar malentendidos para que la utilización de una pulsera electrónica en los permisos carcelarios se aplique en el caso de Romanós.

Ante la protesta de la oposición sobre el contenido de la enmienda, Athanasíu dejó abierta la posibilidad de introducir cambios.

El abogado de Romanós, Frangiskos Ragusis, ha asegurado que el joven estaría dispuesto a dejar la huelga si se le permite utilizar la pulsera electrónica como método de vigilancia para poder acceder a los permisos.

Ragusis ha pedido reunirse con el primer ministro griego, Andonis Samarás, que ya mantuvo un encuentro el pasado domingo con el padre de Romanós, en el que no llegaron a un acuerdo.

El Tribunal Supremo de Grecia rechazó ayer la apelación de Romanós y dio por válida la decisión del consejo de jueces que denegó su permiso carcelario alegando riesgo de fuga.

El caso de Romanós ha provocado un gran revuelo político en medio del escenario de inestabilidad que vive el país, después de que el Gobierno haya decidido adelantar a la semana que viene la elección del presidente de la República, prevista para febrero.

Además ha desatado una gran indignación popular que se manifestó en varias concentraciones a lo largo de la pasada semana, una de ellas concluyó con fuertes disturbios, y en ocupaciones de ayuntamientos y edificios públicos en distintas ciudades del país.

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