Juez rechaza que Timoshenko sea defendida por abogados estadounidenses

Kiev, 28 jul.- El juez ucraniano, Rodión Kiréyev, rechazó hoy que la ex primera ministra, Yulia Timoshenko, sea defendida por abogados estadounidenses durante el juicio por abuso de poder y malversación de fondos públicos.

Timoshenko había solicitado al juez que su defensa corriera a cargo de tres abogados, entre ellos los norteamericanos Roger Enok e Mark Feldman, pero Kiréyev le denegó ese derecho, según las agencias ucranianas.

El juez justificó su decisión aduciendo que los dos norteamericanos carecían de documentación necesaria para ejercer la abogacía en Ucrania, por lo que Timoshenko seguirá sin contar con abogado.

Timoshenko, que ya estuvo a punto de ser detenida al inicio del proceso en mayo, renunció durante unos días el derecho a la defensa, con el argumento de que el juez no le había dado tiempo suficiente a sus abogados para estudiar el sumario, que consta de unas cinco mil páginas.

Además, Kiréyev desestimó la petición de Timoshenko de revocar al fiscal, Alexandr Mikitenko, que pidió ayer la detención preventiva para la ex primera ministra.

"Actualmente, él (Mikitenko) es un adalid de la ilegalidad en Ucrania. Este fiscal sigue falsificando las acusaciones. Él cumple con un encargo político", dijo Timoshenko.

La carismática política volvió a asegurar que el proceso judicial abierto en su contra tiene por objetivo "represaliar a los opositores al presidente Víctor Yanukóvich".

Y adelantó que en breve recurrirá la decisión por la que se le prohíbe abandonar el país, al considerar que eso "conculca sus derechos y libertades".

Mientras, partidarios de Kiréyev protagonizaron hoy en el recinto del tribunal un "flash mob" -concentración espontánea de una multitud convocada a través de internet- en su apoyo y contra Timoshenko, a la que tanto el juez como la fiscalía acusan de entorpecer y dilatar el proceso judicial.

Timoshenko ha tachado de "farsa" el juicio, que ha estado salpicado por numerosas protestas, agresiones de diputados a la policía en la sala y manifestaciones de sus partidarios frente a la corte, y ha pedido la revocación del juez.

La carismática política podría ser condenada a una pena de entre 5 y 10 años de prisión si es declarada culpable de los delitos de los que se la acusa: abuso de poder al firmar un acuerdo de gas con Rusia y malversación de fondos públicos.