Juppé propone un plan de paz para la derecha francesa

  • El ex primer ministro francés Alain Juppé, que en 2002 fue el primer presidente de la UMP, ofreció hoy un plan de pacificación al convulsionado partido conservador galo, que atraviesa los peores momentos de su historia, amenazado de ruptura por el duelo entre Jean-François Copé y François Fillon.

París, 23 nov.- El ex primer ministro francés Alain Juppé, que en 2002 fue el primer presidente de la UMP, ofreció hoy un plan de pacificación al convulsionado partido conservador galo, que atraviesa los peores momentos de su historia, amenazado de ruptura por el duelo entre Jean-François Copé y François Fillon.

Juppé, una de las figuras más respetadas de la derecha gala, puso al servicio del partido su prestigio y su neutralidad para romper el bloqueo en el que se encuentra el partido, atenazado por el rechazo de los dos postulantes a la dirección del partido a reconocer la victoria del contrario en los comicios internos del pasado domingo.

Desde su alcaldía de Burdeos, Juppé instó a Copé y Fillon a aceptar sus condiciones de mediación, un interregno de quince días en los que, rodeado de figuras neutrales del partido, pretende dar claridad a un proceso hasta ahora caracterizado por la opacidad y el escándalo.

En medio de las constantes denuncias de irregularidades, de los insultos y las críticas cruzadas, la voz de Juppé, retirado de la política nacional, parece como el último salvavidas de la Unión para el Movimiento Popular (UMP), el partido mayoritario de la derecha francesa que contribuyó a fundar en 2002 para unificar el neogaullismo y el centro.

El ex primer ministro invitó a Copé y a Fillon a un encuentro privado para determinar las modalidades de su mediación y les instó a parar el juego cruzado de acusaciones a través de la prensa.

Una cita, prevista para el próximo domingo, que aparece como la única posibilidad de que se detengan las hostilidades, que no han hecho más que subir de tono desde el pasado domingo.

Aunque los dos rivales admitieron su mediación, la tarea no parece fácil a priori para Juppé porque mientras Fillon ha aceptado todas sus condiciones, el campo de Copé parece más reacio.

El ex secretario general de la UMP, proclamado ganador de los comicios por 98 de los 175.000 votos registrados el pasado domingo, pretende que el conflicto se resuelva en los órganos internos previstos por los estatutos del partido.

Admite la mediación de Juppé, pero considera que no debe sustituir a las instancias orgánicas previstas, sino reforzarlas.

En particular a la Comisión Nacional de Recursos (CNR), una especie de tribunal supremo del partido previsto para dirimir todo posible contencioso.

Un órgano en el que el aparato, controlado por Copé, tiene preponderancia, por lo que Fillon ya se ha apresurado a decir que no confía en su veredicto.

Para eliminar esas sospechas, Juppé propuso supervisar los trabajos de esa Comisión y pidió que se retiren de la misma todos los que, durante el reciente proceso electoral interno, tomaron partido por uno u otro candidato.

Una condición que rechazó Copé, que considera una contradicción prescindir de los miembros de la CNR elegidos por los militantes en base a los estatutos adoptados por el partido en la época en la que Juppé era el presidente.

Dirimir esa diferencia será la primera tarea del alcalde de Burdeos para lograr pacificar la UMP, en el que la tensión ha bajado tras el llamamiento al orden de Juppé y después de que durante la mañana Fillon acusara de comportamientos mafiosos a su rival y éste le reprochara su falta de lealtad al partido.

Entretanto, la descomposición de la imagen de la UMP y, en particular, de los dos candidatos a la presidencia se afianza.

Según un sondeo publicado por la televisión "iTéle", la mayoría de los franceses culpa a Copé de la crisis (38 %), mientras que Fillon, al que sólo el 12 % culpa de la actual situación, también sufre un descenso de su popularidad.

La encuesta deja también bien clara cual es la salida de la crisis preferida de los militantes de la UMP: el 73 % de ellos aseguran desear el retorno de Nicolas Sarkozy a la vida política francesa.

Es la segunda buena noticia para el expresidente, que ayer se libró de la imputación en el caso de financiación ilegal de su campaña de 2007 por la multimillonaria heredera del imperio cosmético L'Oréal Lilian Bettencourt.

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