Un mosso justifica la bofetada a un detenido como "toque de atención" ante su agresividad

Un mosso justifica la bofetada a un detenido como "toque de atención" ante su agresividad
Un mosso justifica la bofetada a un detenido como "toque de atención" ante su agresividad
EUROPA PRESS
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Un agente de los Mossos d'Esquadra ha justificado en juicio una bofetada que le dio a un detenido en la comisaría de Mataró (Barcelona) la tarde del 15 de enero de 2014 como un "toque de atención" ante la agresividad que ha asegurado que mostraba el arrestado y el riesgo para la integridad de los policías y del propio arrestado que según él existía en ese momento.

En su interrogatorio como acusado en el juicio que se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Barcelona y que ha quedado visto para sentencia, el mosso Daniel M. ha reconocido que, cuando el detenido llegó en el coche policial a la Comisaría, lo pusieron de rodillas, esposado y mirando a la pared en el área de custodia.

Según la fiscal, fue entonces cuando abusando de su cargo y con intención de humillarle le dijo que si no dejaba de llorar le iba a pegar e, instantes después, le dio una fuerte bofetada entre la nuca y la oreja, que provocó que el detenido llorase aún con más fuerza.

El agente acusado, en su interrogatorio, ha negado haberle amenazado con que le iba a pegar y ha defendido que el toque de atención que para él significa la bofetada se lo enseñan a los mossos en la escuela policial.

Su superior en la comisaría y jefe de seguridad de los Mossos en la localidad, que estaba en esos momentos en una habitación contigua en el cacheo a un compañero del detenido --eran dos de los tres detenidos por robo con fuerza en un domicilio--, tiene una postura contraria y asegura que hubo una "mala praxis" del policía.

"Yo creo que no se acoge a ningún procedimiento", ha sostenido el jefe de seguridad ante el tribunal, que ha explicado que no vio la bofetada pero sí la escuchó y que antes oyó al agente decirle al detenido que como no parase de llorar le iba a golpear, algo que el acusado niega haber dicho.

También ha declarado como testigo el compañero del acusado que estaba con él en la habitación cuando sucedieron los hechos --que quedaron grabados en las cámaras de la comisaría y se han reproducido en el juicio-- y defendió su actuación también como un toque de atención ante la agresividad del detenido.

PETICIÓN DE 15 MESES DE CÁRCEL

La fiscal, en su intervención final, ha confirmado la petición de pena de 15 meses de cárcel y tres años de inhabilitación especial para cargos públicos por un delito contra la integridad moral menos grave al considerar que el agente se "extralimitó en sus funciones" pues cree que el detenido estaba ya bajo control.

La abogada del acusado, por su parte, ha sostenido que no ha habido delito alguno y que lo único que hizo es intentar evitar que se autolesionase y defender su integridad: "Como mucho podría haber una reprimenda a nivel disciplinario, pero no delito", ha concluido.

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