Juventud. El éxodo juvenil costará al estado 57.000 millones durante la próxima década, según el cje


El coste que supondría el éxodo juvenil para el Estado si se mantiene durante los próximos años ascendería a 57.000 millones de euros hasta 2024, según un informe realizado por el Consejo de la Juventud de España (CJE) y presentado este jueves como parte de la segunda fase de su campaña ‘Juventud Necesaria’.
El informe, elaborado por los doctores en sociología Daniel Sorando y Stefano de Marco, analiza las consecuencias sociales y económicas a largo plazo de la situación actual de la población más joven en España, que pese a contar con un nivel educativo mayor al de la generación previa, representa el segundo porcentaje de población universitaria desempleada más alto de Europa, tal y como señalaron sus autores.
Según el estudio, si esta situación continuase invariable, España perdería entre 2014 y 2024 más de 57.200 millones de euros como consecuencia de la falta de recaudación de impuestos y la inversión en educación de los miles de jóvenes que emigren, misma cantidad que el salario mínimo interprofesional de seis millones de trabajadores durante doce meses.
“Hemos concluido que en diez años España perdería el equivalente al 3,4% del PIB a niveles de 2013 en inversión de educación no aprovechada, y al mismo tiempo dejaría de recaudar impuestos por la falta de esos jóvenes por un equivalente al 2,2% del PIB 2013”, declaró De Marco, quien advirtió que la emigración es la principal alternativa de la población joven en España, pues desde 2009 emigraron de España 218.000 jóvenes, según datos del Instituto de la Juventud (Injuve).
“Para los que se quedasen la situación no sería mejor, dado que el 23,7% de los jóvenes no tendrían oportunidad de estudiar ni trabajar”, aseguró el doctor en sociología. El gasto de esta población podría llegar a ser más de 170.000 millones en 10 años, equivalente a más de lo que España gastó en pensiones en el año 2014, según reveló el informe.
INVERSIÓN EN GASTO SOCIAL
A este respecto, los autores del estudio reseñaron que, pese a que la situación es alarmante, el proceso es reversible. “Estas consecuencias no son sólo para las personas jóvenes sino para el conjunto de la sociedad porque, más allá de la tan manida expresión de que la juventud es el futuro, la juventud es el presente, un presente muy necesario”, recalcó el presidente del CJE, Héctor Saz, quien apostó por una mayor inversión en gasto social.
Según datos del estudio a fecha del año 2012, el gasto social en porcentaje sobre el PIB en España es más bajo que la media de los quince países que primero formaron parte de la Unión Europea. Así, mientras que estos países dedican un 29,2% del PIB, en España el porcentaje es del 25,4%.
“Lo que haría falta sería invertir más en gasto social, lo que no nos parece un objetivo descabellado, ya que la distancia del gasto social dedicado en España y el dedicado en la Unión Europea es alta, aquí no se gasta mucho y las partidos deberían incluir políticas familiares, de vivienda y de empleo”, reseñó Sorando, quien añadió que, de la misma manera que el gasto social actual es bajo, también lo es la recaudación fiscal.

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