Juzgan a "Mobutu" y Chivite como responsables de la compra de armas de ETA

París.- La pareja de etarras confesos formada por Félix Alberto López de Lacalle, "Mobutu", y Mercedes Chivite se sentó hoy en el banquillo del Tribunal de lo Criminal de París para ser juzgados como responsables de las compras internacionales de la banda, sobre todo de armas, y por su papel de dirigentes.

La presidenta del Tribunal, Nadia Ajjan, les informó de que la inculpación por utilizar para esas compras decenas de miles de euros que sabían procedentes de la extorsión a empresarios vascos y navarros es un delito penado con hasta 30 años de cárcel.

Esa misma pena pesa potencialmente sobre "Mobutu" por la imputación de pertenencia a una organización terrorista, dado que en su caso si se demuestra que es culpable de este cargo lo sería con la agravante de reincidencia, ya que había sido condenado en Francia por eso a siete años de cárcel, que cumplió entre 1994 y 2000.

Ambos están imputados prácticamente por los mismos cargos, incluidos los dos citados y otros como utilizar vehículos a sabiendas de que eran robados y con matrículas falsas, tenencia y transporte de armas o llevar documentación falsificada, y que derivan de su arresto el 2 de abril de 2004 en una vivienda rural cerca de Angulema (oeste de Francia).

En esa casa, donde habían sido alojados por una pareja de artistas -que, por su parte, fueron condenados por complicidad a dos años de cárcel exentos de cumplimiento en 2008-, la policía se incautó de 4.195 euros y 15.000 francos suizos en efectivo.

Además, diversos elementos de la contabilidad requisados en particular al entonces jefe del aparato logístico, Félix Ignacio Esparza Luri -con el que tenían contactos directos frecuentes- y referentes a los ejercicios de 2001, 2002 y 2003 dejan constancia de otras cantidades que habían recibido: al menos 41.583 euros, 10.000 libras esterlinas, 58.500 dólares y 6.490 francos suizos.

También en el acta de acusación se incluyen pruebas de que los dos procesados, al ser capturados, ejercían "responsabilidades importantes" dentro de ETA y tenían "una posición elevada en la jerarquía".

El capitán de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) Stéphane Durez dio a entender incluso que "Mobutu" estaba en el comité ejecutivo, puesto que tenía en su poder un acta sin expurgar de la reunión de 2004 de esta máxima instancia de decisión de la organización.

"Tenía un nivel de responsabilidad bastante importante", reiteró Durez en su declaración, durante la que presentó los vínculos "horizontales y verticales" que la pareja mantenía con integrantes del aparato logístico, en particular, con Esparza Luri.

López de Lacalle Gauna (49 años) y Chivite Berango (49) son dos históricos de ETA que forman pareja desde hace años, se han casado en prisión y hoy reivindicaron su pertenencia a la organización terrorista, de lo que están "muy orgullosos", en palabras de "Mobutu", que leyó un texto en el que negaba legitimidad al tribunal.

"Mobutu", que como su mujer tiene cuentas pendientes con la justicia española por su supuesta implicación en una larga lista de atentados mortales cuando formaban parte de comandos activos, anunció que no responderá ni a las preguntas del tribunal ni del fiscal durante este proceso, que puede prolongarse hasta el jueves o el viernes próximo.

Además, puso en duda el relato de Durez sobre la responsabilidad de ETA en las muertes de los atentados en el centro comercial Hipercor de Barcelona en 1987 y en el aeropuerto de Barajas en 2006, al cuestionarle sobre las llamadas de advertencia que los etarras habían hecho en ambos casos de la colocación de las bombas.

El policía antiterrorista francés le replicó en particular sobre el de Barajas, del que dijo conoce los detalles, y precisó que hubo tres llamadas, que "el desalojo se hizo en tiempo récord" para las dimensiones de la nueva terminal del aeropuerto, y que las dos personas que murieron por la explosión estaban durmiendo en sus coches, estacionados en el aparcamiento.

Preguntado por la última tregua de ETA en 2006, el oficial de la SDAT puso el acento en que la banda terrorista "aprovecha los periodos de tregua para reorganizarse", "rearmarse" y aprovisionarse en material con robos a mano armada -ese año de 2006 cometió dos en Francia-, y además "no deja de extorsionar" a los empresarios vascos y navarros a los que reclama el llamado "impuesto revolucionario".