Seúl, 10 oct.- Corea del Norte conmemora hoy el 69º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores con la incógnita de si participará o no en las celebraciones el líder Kim Jong-un, que ha permanecido ausente de la vida pública durante más de un mes.
La misteriosa desaparición de Kim, al que no se ve en público desde el 3 de septiembre, ha generado diversas especulaciones sobre su estado de salud que se podrían multiplicar en caso de que no asista a los actos de hoy, una de las efemérides más importantes del país.
De momento los medios norcoreanos no han adelantado qué tipo de celebraciones tendrán lugar en el aniversario del partido, creado tal día como hoy en 1945 y que gobierna el estado totalitario norcoreano desde su fundación en 1948.
El periódico Rodong Sinmun del Partido de los Trabajadores informó el miércoles en un editorial sobre una reunión previa de miembros de la fuerza política gobernante con motivo del aniversario, y aprovechó para destacar la fidelidad al "líder supremo".
"El camarada Kim Jong-un es el gran líder del Partido de los Trabajadores de Corea y el símbolo de nuestra revolución invencible", expuso el diario.
Sin embargo, el líder no ha vuelto a acudir a un acto público desde que el pasado día 3 de septiembre asistiera a un concierto de la banda musical Moranbong, en Pyongyang, por lo que medios y expertos están pendientes de su posible aparición hoy.
El año pasado, con motivo del 68º aniversario del partido, Kim Jong-un ofreció sus respetos a través de reverencias a los cuerpos embalsamados de su abuelo y fundador del país, Kim Il-sung, y de su padre, Kim Jong-il, y también depositó flores a los pies de las estatuas de bronce de ambos en Pyongyang.
La ausencia mediática de Kim es inusual, ya que el aparato propagandístico del régimen suele divulgar y elogiar con frecuencia las actividades de su líder, y por eso los medios internacionales -y en especial los surcoreanos- han generado diversas especulaciones sobre su paradero y su estado de salud.
El "líder supremo", cuya edad se calcula en torno a 30 años, apareció cojeando ostensiblemente en un acto público retransmitido por la televisión norcoreana, que posteriormente reconoció que el dirigente sufría algún tipo de malestar sin concretar.
Altos cargos del régimen aseguraron el pasado fin de semana que Kim Jong-un "no tiene problemas de salud", aunque la extrema opacidad que rodea a la élite norcoreana impide confirmar esta información.
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