La audiencia nacional otorga la semilibertad al etarra lizarralde por romper con eta


El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha decidido otorgar el segundo grado –la semilibertad- al etarra Luis María Lizarralde, al haberse demostrado que ha roto con la banda terrorista y que ha pedido perdón a las víctimas.
Lizarralde remitió sendas cartas en las que asegura que había roto con la banda terrorista y con la disciplina del colectivo de presos etarras. Subrayaba en ellas que esta decisión le ha generado un “desgaste personal” ya que le ha granjeado la hostilidad de sus antiguos compañeros, tanto en la cárcel “como en el pueblo”.
El magistrado Castro considera que Lizarralde ha demostrado “una evolución positiva” que ha desembocado “en una ruptura de sus lazos con la banda terrorista”. “Su actitud, conducta y comportamiento están mostrando que esta desvinculación es real”, señala el auto dictado hoy.
Lizarralde, antiguo miembro del “comando Donosti” de ETA, cumple condena por varios delitos terroristas, entre ellos tres asesinatos, y no saldrá definitivamente de prisión hasta mayo de 2022. Con la medida adoptada hoy el etarra arrepentido podrá abandonar la prisión de Nanclares de Oca (Álava), en la que se encuentra internado en la actualidad, durante los días de diario para recibir formación académica pero deberá volver a pernoctar al centro penitenciario.
Tampoco podrá disfrutar de permisos de fin de semana, tal y como detalla el auto dictado por Castro. Esta es la primera semilibertad que se otorga desde que ETA declarara un alto el fuego “permanente, de carácter general y verificable internacionalmente”.
HOSTILIDAD DE OTROS ETARRAS
El 12 de enero de 2010, cuando se encontraba preso en el Centro Penitenciario de Burgos, Lizarralde remitió un escrito al directo de la prisión en el que decía “haber dado los pasos” para romper con la banda terrorista.
“Hace varios años que me aleje de la línea de la organización armada siendo crítico con ella, hace meses que he roto con la disciplina del colectivo, no participo en las movilizaciones mensuales de ayunos y encarteladas”, señala la misiva en la que explica que el motivo de su ruptura fue su disconformidad con “la utilización de los presos para justificar la continuación de la lucha armada”.
En la misma carta advierte de que esta decisión le está suponiendo “un desgaste personal”. “Algunos compañeros me hacen el vacío aquí como en mi pueblo”, señala la misiva.
De forma complementaria, Lizarralde reconoce en otra carta, remitida al director el 21 de enero de 2010, que con su actividad terrorista ha “causado daño y creado dolor” y pide perdón a las víctimas”. “Renuncio al uso de la violencia para conseguir fines políticos ya que estos se pueden defender por vías pacíficas tanto civiles como políticas”, indicaba el etarra arrepentido.
FALSO ARREPENTIMIENTO
El magistrado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha denegado en cambio el permiso de salida de 12 días solicitado por el etarra Ángel Carlo Figueroa.
Figueroa, que se encuentra enfermo, remitió al juez un escrito solicitando este permiso y en el que pedía “por imperativo legal” perdón a las víctimas y repudiaba la violencia. En concreto, el escrito señalaba que “cuando me sea concedida la libertad no utilizaré las vías armadas o violentas para defender mis ideas políticas”.
El juez Castro no cree sincero el arrepentimiento de Figueroa y señala que su decisión de romper con ETA “no puede estar sometida a condición”. “Si el interno manifiesta un arrepentimiento impuesto por imperativo legal o condicionado a obtener la libertad condicional, es evidente que no es válido pues no surge libremente de su conciencia”, concluye el magistrado en el auto dictado hoy.

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