La clase política británica considera que la marcha de Fox era inevitable

  • La clase política británica calificó hoy de inevitable la dimisión del ministro de Defensa, Liam Fox, tras una semana en la que la relación con su amigo Adam Werritty ha centrado la actualidad mediática en el Reino Unido.

Londres, 14 oct.- La clase política británica calificó hoy de inevitable la dimisión del ministro de Defensa, Liam Fox, tras una semana en la que la relación con su amigo Adam Werritty ha centrado la actualidad mediática en el Reino Unido.

El propio primer ministro conservador, David Cameron, afirmó que entiende "las razones por las que Fox ha decidido dimitir", al tiempo que se mostró "apenado" por la marcha de un ministro que ha sido "un miembro clave" de su equipo en los últimos seis años.

El responsable de Defensa de la oposición laborista, Jim Murphy, señaló que el ministro no podía posponer más su dimisión después de que la "verdad" sobre su "oscura" relación con su amigo haya salido a la luz.

"Fox ha roto las normas que debe seguir cualquier miembro del Gobierno. Desde el principio estuvo claro que había quebrantado los códigos del Ministerio", a pesar de que el Ejecutivo de David Cameron "ha buscado la forma de salvarle durante toda la semana", consideró Murphy.

Esta semana, el ministro "tory" compareció en el Parlamento para clarificar sus lazos que le unen a su padrino de bodas y compañero de piso, quien le acompañó en 18 viajes oficiales al extranjero y se reunió con él en el Ministerio hasta en 22 ocasiones a pesar de no desempeñar cargo alguno.

El parlamentario conservador y miembro del Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes Bob Stewart, del mismo partido que el político dimisionario, apuntó por su parte que el ya ex ministro "ha pagado por sus errores".

"Fox admitió en el Parlamento que cometió errores, así que, de algún modo, esto estaba ya escrito. Cuando un ministro reconoce que ha hecho las cosas mal, el siguiente paso lógico es la dimisión", afirmó Stewart.

En la misma línea, el ex responsable de Defensa de los tories en su pasada época en la oposición, Bernard Jenkin, se mostró "apenado" porque Fox "se haya visto obligado a renunciar" a su cargo, aunque subrayó que "está haciendo lo correcto".

También desde las filas de los conservadores, el parlamentario Mark Pritchard consideró que la salida del Gobierno de Fox no impide que en el futuro pueda volver a ocupar cargos de responsabilidad "en algún momento".

"Liam Fox heredó un agujero de 38.000 millones de libras (unos 43.000 millones de euros) y será recordado como el ministro que impulsó las reformas necesarias para mantener el nivel de defensa que la nación necesita", señaló Pritchard.

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